La escuela dice «¡prou!»
Miles de personas, junto con representantes de todos los partidos menos el PP y Ciutadans, defienden en BCN el sistema educativo catalán
La movilización fue unitaria y dejó de lado las diferencias, pero hubo quien lució el amarillo contra los recortes
Gente llegada de todos los rincones de Catalunya y de todo tipo de escuelas. Gente que hablaba en catalán (la inmensa mayoría) pero también otros que lo hacían en castellano. La comunidad educativa sacó los dientes ayer en Barcelona para defender un modelo de éxito que funciona en Catalunya desde hace 30 años, aseguran, y con el que quieren seguir trabajando. Insumisión y desobediencia fueron algunos de los conceptos que más se repitieron entre los manifestantes. A los padres, maestros, asociaciones en defensa de la lengua, sindicatos y a la práctica mayoría del arco parlamentario (solo faltaban el PP y Ciutadans) les parece una auténtica atrocidad que un ministro, con su ley, y los tribunales, con sentencias que obligan a que el 25% de las clases sean en castellano, pretendan deshacer el camino andado en este tiempo en el que catalán y castellano, castellano y catalán, han convivido sin conflictos en las aulas.
Convocaba Somescola, plataforma que aglutina hasta 44 entidades cívicas y educativas de lo más variopinto. La marcha, que recorrió poco más de medio kilómetro entre la plaza Tetuan de Barcelona y la entrada del parque de la Ciutadella, fue verde. El mismo color con el que se han identificado las movilizaciones en todo el Estado contra el ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert. Todos los participantes compartían esa animadversión hacia la ley orgánica para la mejora de la calidad educativa (LOMCE) que ha impulsado el Gobierno del PP y que, si nada lo remedia, se empezará a aplicar en las escuelas en septiembre. TODOS A UNA El paseo de Sant Joan y el de Lluís Companys, con el testigo del Arc de Triomf, se inundaron pues de camisetas verdes en las que se leía « Per un país de tots, decidim escola catalana ». No obstante, había también algunas de color amarillo, en las que los lemas dirigían los dardos contra los recortes de la Generalitat y por una escuela pública de calidad. Pero ayer era un día de consenso. Justamente esa idea, la de integración, inclusión, la de ir todos a una, fue la que planeó por las declaraciones de los portavoces pero también de los ciudadanos de a pie.
«Que nos dejen tranquilos. En Catalunya las lenguas nunca son un problema sino una oportunidad. Queremos hablar de pedagogía, no de leyes y jueces», se quejó una de las portavoces de Somescola, Teresa Casals, minutos antes de comenzar la festiva marcha, que según los cál-
culos de la Guardia Urbana de Barcelona y los Mossos d’Esquadra congregó a 25.000 personas. La organización de la manifestación elevó el número hasta los 100.000 asistentes y la calificó como la más exitosa de la historia reciente.
APOYO A JAUME SASTRE Bien organizada y con la ya habitual distancia entre la cabecera principal y la que presidían los políticos (algo heredado de las últimas dos manifestaciones de la Diada), los gritos a favor de la independencia fueron constantes. Las estelades y senyeres se mezclaban con las decenas de gigantes y cabezudos, algunos fabricados para la ocasión y otros procedentes de las escuelas e institutos que se sumaron a la reivindicativa cita.
Muchos de los carteles y pancartas tenían palabras de aliento para Jaume Sastre, el profesor de Mallorca que desde hace varias semanas mantiene una huelga de hambre contra el modelo trilingüe del Ejecutivo de José Ramón Bauzà. Los aplausos más largos y entusiastas se los llevó este maestro balear.
INSTRUCCIONES CLARAS Y PRECISAS A él también hizo referencia la presidenta de Òmnium Cultural, Muriel Ca-
Muriel Casals PRESIDENTA DE òMNIUM CULTURAL «El acoso a nuestra lengua y escuela es más que un síntoma, es una declaración de principios» Teresa Casals PORTAVOZ DE SOMESCOLA «En Catalunya las lenguas no son un problema sino una oportunidad: que nos dejen tranquilos» Irene Rigau ‘CONSELLERA’ DE ENSENYAMENT «La lengua en la escuela es un tema de país y por eso estamos todos aquí para apoyarla»
sals, en el manifiesto que leyó al final de la marcha verde. Con el tono de las grandes ocasiones, mucho menos enardecedor que el otro jefe de ceremonias, el actor Quim Masferrer, Muriel Casals expuso que salir otra vez a la calle contra la reforma que propone el ministro Wert era para defender la escuela catalana «festivamente pero radicalmente». Por eso pidió al Govern «que dicte instrucciones bien claras y precisas» para que los centros educativos tengan «confianza» y, con la llegada del nuevo curso, no se aplique la LOMCE en las aulas.
«Las comunidades educativas deberán tomar decisiones para salvaguardar su obra de años y años», prosiguió Casals en un escenario en el que la acompañaban las 44 entidades subidas a la tarima mientras los maestros, padres y niños gritaban: « ¡Insumisión! ¡Insumisión!» , invitando a la consellera Irene Rigau a desobedecer a Wert. A cinco días de acabar el curso y con la obligación por una sentencia judicial, a partir de mañana, de que cinco centros educativos impartan una cuarta parte de sus materias no lingüísticas en castellano, la comunidad educativa demostró ayer que no piensa hacer vacaciones.