La cruzada de ‘Benéfica’
La actriz alza la voz para exigir que se persigan las agresiones sexuales como armas de guerra. Su entrega a las causas humanitarias la lleva a replantearse su carrera en el cine.
En la película Maléfica, el taquillazo de Disney de esta primavera, un amigo de la infancia, Stefan (Sharlto Copley), droga a la protagonista y le corta las alas mientras duerme. Angelina Jolie encarna ese papel y ha confirmado que la escena es «una metáfora de violación algo de lo que tanto ella como la guionista (Linda Woolverton) eran muy conscientes.
La explicación de la actriz a la BBC venía perfectamente a cuento. Jolie estaba siendo entrevistada a propósito de la primera conferencia internacional para perseguir y castigar las agresiones sexuales como arma de guerra. La enviada especial del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados ha puesto cara a una reunión en Londres a la que han acudido representantes de más de un centenar de países. Un rostro pálido, algo demacrado, de ojeras demasiado marcadas, con el aire de tristeza de una dolorosa. Algo en ella recuerda a las imágenes de Semana Santa.
A estas alturas, Jolie es mucho más que la actriz mejor pagada del mundo. Con su figura, cada vez más frágil, sobrevuela la tierra como la madre Teresa de Hollywood, entre vahos de santidad. Su labor humanitaria es cada vez más intensa, más entregada y ambiciosa. Su voz denunciando situaciones desesperadas se ha escuchado en el foro de Davos y en el del G-8. La comunidad internacional la respeta y la prensa da eco a sus palabras. Nadie como ella sabe poner el glamur al servicio de las buenas causas. Maléfica es Benéfica.
Preparación intensa
Se puede ser muy sarcástico con los famosos que se fotografían abrazando a niños de orfanatos, en lugares inmundos y hospitales que no merecen ese nombre, para tomar después el avión particular y salir pitando al cinco estrellas. De eso hemos visto mucho y desde hace tiempo. Pero, ¿es diferente el caso de Jolie? La actriz ha estado preparando la conferencia de Londres durante los dos últimos años. Con el ministro de Asuntos exteriores británico, William Hague, ha viajado a Bosnia, a la República Democrática del Congo y ha estado en el sur de Sudán. En los campos de refugiados, en aldeas asoladas, ha hablado con las víctimas, ha conocido de primera mano los horrores sufridos por comunidades enteras. «Es un placer trabajar con ella» , ha declarado
Hague. «Mi admiración ha aumentado todavía más en estos dos últimos años. Es alguien que tiene el poder de hablarle al mundo, de hacer que tome conciencia, de cambiar actitudes . En medio de todo ese ir y venir, la estrella se sometió en secreto a una doble mastectomía.
A los 39 años, Jolie camina hacia los altares. Poco queda de aquella adolescente torturada, atraída por experiencias extremas, que estuvo al borde del suicido y pasó una temporada en el psiquiátrico. Tras varios fracasos matrimoniales y cuando su carrera como actriz ya iba en ascenso, la visita a los campos de refugiados de Camboya, durante el rodaje de Lara Croft: Tomb Raider, cambió su vida. Aquel país, tan pobre y tan bello, la conmovió profundamente. Allí adoptó a Maddox, el primero de sus seis hijos. Allí financió más tarde una reserva natural y una red de escuelas. En la capital de Etiopía, Adís Abeba, el lugar donde nació su hija Zahara, ha fundado un centro para acoger a niños con tuberculosis y seropositivos. A través de la fundación Jolie-Pitt, creada con Brad Pitt, su compañero sentimental desde hace 10 años, ha construido colegios en el norte de Kenia y aulas en Afganistán, solo para niñas. El actor también acudió esta semana a la conferencia de Londres. Juntos se han transformado en Brangelina, una superpareja con enorme poder y una gran fortuna.
La última película
Circulan rumores de que Angelina Jolie podría dar por terminada pronto su carrera en el cine. La Cleopatra que prepara Ang Lee, si el proyecto llega a cuajar, tal vez sea su último rodaje. Las exigencias de una prole tan numerosa, la salud y, sobre todo, su compromiso creciente con Naciones Unidas podrían ser las causas de esa decisión. Quizá la que está considerada como una de las mujeres más bellas del mundo prefiera ser recordada como una benefactora de la humanidad. Y nada da argumentos para desconfiar de su buena fe.