Un asesinato ancestral
Rolando mató a Patricia, la madre de sus hijos, tras descubrir el teléfono de un desconocido en el móvil de ella Le asestó 20 puñaladas mientras dormía para asegurarse de que moría
Rolando, presa de un ataque de celos, eligió matar a Patricia para impedir que rehiciera su vida con otro. La primera mujer asesinada por su pareja este 2018 en Catalunya murió por un motivo ancestral, el que sigue moviendo a los hombres a matar a las mujeres porque creen que su vida les pertenece.
Patricia, una vecina de Blanes de 40 años, de origen boliviano y madre de tres hijos, había tomado recientemente la decisión de separarse de Rolando y él, aparentemente, lo había aceptado. Incluso había buscado un piso en Malgrat de Mar. Pero por dentro de su cabeza, según había confesado a su entorno, «tenía ideas extrañas». Unas ideas que liberó al descubrir un número de teléfono desconocido en el móvil de su mujer y sospechar que tal vez existiera otro hombre.
Durante la madrugada del pasado 9 de abril, Rolando se levantó de la cama para buscar un cuchillo en la cocina. Empuñó el más grande, el que tenía una hoja de 23 centímetros de largo y 4 de ancho, y regresó a la habitación para situarse junto a Patricia, que seguía dormida. La acuchilló, sin piedad, más de 20 veces, según ha contabilizado el análisis forense practicado al cadáver de la mujer. En la autopsia se encontraron incisiones en el cuello, en el pecho y en el abdomen. También en el costado.
En presencia de los niños
Herida de muerte, Patricia se levantó de la cama por el extremo opuesto al que la atacaba su marido y pudo andar hasta el pasillo, donde se desplomó. Los gritos despertaron a los dos hijos que aún residían en este piso de la calle Cristòfol Colom del barrio de Els Pins. El más pequeño, de 10 años, entró en la habitación y presenció cómo Rolando se autolesionaba clavándose el cuchillo. El crío intentó impedírselo y se cortó en las manos. La herida que Rolando se autoinfligió, sin embargo,