El Periódico - Castellano

«El sentido del humor da mucho miedo»

PABLO CARBONELL ‘Showman’ y cantante de Los Toreros Muertos

- JORDI BIANCIOTTO

Los Toreros Muertos reaparecen hoy en Badalona (sala Sarau 08911) cargados con hitos universale­s de la altura de Mi agüita amarilla y Yo no me

llamo Javier, y con algunas canciones de estreno aún no publicadas. Hablamos con Pablo Carbonell, cantante e ideólogo de este grupo que hoy completan el veterano Many Moure (bajo) y dos fichajes modernos, Fernando Polaino (guitarra, de Los Lunes) y Toni Iglesias (batería, de Dwomo).

–¿Son Los Toreros Muertos una banda estable?

–Pues es una pregunta muy interesant­e que me encantaría responder, pero, ¿se puede creer que no lo sé? Puedo decir que tenemos siete canciones nuevas de estilos que nunca habíamos hecho. Nunca habíamos hecho un rock argentino, ni una con nombre de mujer y de ciudad, Zamorana, ni una dedicada a Serrat… –¿A Serrat? ¿Cómo es esa canción? –Se llama Me voy a la siesta y es una de esas canciones que describen un pueblo yermo, un sendero verde…, ese tipo de canción manchega de labios cuarteados, donde el sol te golpea, el hombre trabaja y todo es árido y mustio. He escuchado mucho a Serrat y por simpatía me ha salido así. Es una canción ridícula, para que a nadie le den ganas de perpetrar otra semejante.

–Meses atrás se suponía que iban a lanzar un disco con canciones de Javier Krahe. ¿Cómo va el proyecto? –Como las obras de la Sagrada Família. Hemos grabado 11 canciones, y el disco se me queda cojito. El otro día fui al estudio y grabé, a guitarra y voz, cuatro piezas y, aunque esté feo que lo diga, es lo mejor del disco. Yo soy muy fan de Talking Heads y he llevado a Krahe a los ritmos africanos, funky…

–¿Habrá entonces dos discos de Los Toreros Muertos, uno con canciones nuevas y otro con las de Krahe? –Sí, el de Krahe segurament­e será doble, pero ahora estoy pensando que será mi próxima producción en solitario, Colegio público Javier Krahe. Porque con los Toreros… una parte del grupo vive en Valencia, otra en Guadalajar­a… Además, cuando en los conciertos hemos intercalad­o canciones de Krahe, no ha funcionado. Son sentidos del humor diferentes: lo nuestro es chirigotes­co y lo de Krahe es lúcido, un canto a la vida.

–¿Cuál diría que es la función de Los Toreros Muertos en el año 2018? –Hay un cuadro de Picasso en el que sintetizó todos los elementos del cu- bismo un poco para acabar con esa corriente. Pues en lo nuestro hay una parodia de las canciones con la intención de acabar con ellas y destruir los estilos. Nuestra tarea es esa, demoler y bromear sobre los estilos.

–¿Tiene eso más sentido en la actualidad que en los años 80? –Sí, me gustaría hacer un reguetón para ver si la gente le coge asco al reguetón. ¿Entiende mi tarea?

–Ahora, cuando escribe una canción, ¿piensa más que antes en las consecuenc­ias que pueda tener una letra irreverent­e? –Si algún día tengo que decirle a un juez por qué hice una canción en la que asalto el palacio real (Bum bum 1789), le explicaría que lo que ocurre en un escenario invita a la reflexión y que la sociedad es capaz de entender que una cosa sea aceptable o no por sí misma, no porque lo dictamine un gobierno. Todo es un espejo: si una idea te surge es porque está en el ambiente, la plasmas y luego que el público haga con ella lo que considere. –Hay penas de cárcel por letras... –Me preocupa y me indigna. Se está queriendo dar ejemplo para que nadie más lo haga, pero al mismo tiempo están dando difusión a unos textos que son ofensivos. Yo de esos raperos no habría tenido ni noticia… Se pueden decir muchas cosas sin recurrir a imágenes atroces. Aunque, desde luego, cárcel no, prefiero… ¡los trabajos para la comunidad! Las cárceles cuestan mucho dinero.

«Me gustaría hacer un reguetón para ver si la gente le coge asco al reguetón»

–Ahora en cualquier momento puede salir alguien muy ofendido por algo que haya escrito o cantado, en particular en las redes sociales. –Sí, yo ahora estoy sobre todo en Instagram, porque no hay esa corte de cabreados de Twitter y soy mucho más feliz.

–Entre unos y otros, ¿el sentido del humor puede estar el peligro? –Está en peligro, sí. El sentido del hu- mor da mucho miedo. Lo dijo ya Dario Fo, y también aparece en

El nombre de la rosa, cuando dice que no hay que reír porque el que ríe no tiene miedo, y el que no tiene miedo no teme a Dios. En general, al poder no le gusta que la gente haga bromas. Y no solo al poder, tampoco a las radios comerciale­s y a mucha otra gente. Estamos creando una sociedad un poco crispada. H

 ??  ??
 ?? BLAKE LITTLE ??
BLAKE LITTLE

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain