La sostenibilidad como forma de vida

Las prácticas sostenibles se observan en todas las regiones del país y están siendo adoptadas por todos los ciudadanos y apreciadas por los visitantes J. M.

LDESTINOS os costarricenses están orgullosos de vivir y proteger el rico medioambiente de su país, ya que esta pequeña nación tiene el 5% de la biodiversidad terrestre del mundo y el 3,5% de vida marina. Costa Rica produce casi el 93% de su electricidad de recursos renovables y el 30% de su territorio está protegido como terreno natural. Pionero en el ámbito de la sostenibilidad, es un modelo para las prácticas sostenibles para muchas industrias de la región y de todo el mundo.

Con el objetivo de ser el primer país carbono neutral en el mundo para el año 2021, las prácticas sostenibles se observan en todas las regiones del país, y están siendo adoptadas por todos los ciudadanos y apreciadas por los visitantes. Desde la cocina local de Costa Rica, a la artesanía, a las costumbres y fiestas tradicionales, la sostenibilidad está incrustada profundamente en la cultura y las tradiciones de Costa Rica.

Por eso, cuando se habla de sostenibilidad se habla de verdad, no como un simple concepto de márketing (a diferencia de las empresas

aquellas que la etiqueta partir de abusan de eco), sino a información creíble y verificable sobre todas aquellas empresas y servicios que se esfuerzan por ofrecer un producto turístico que tenga un escrupuloso respeto por el entorno.

DESTINO NATURALISTA. Esto fortalece la imagen del país como destino auténticamente naturalista, aumentando la competitividad del producto turístico nacional. Para los costarricenses la máxima es: el turismo del siglo XXI será sostenible o no será.

De la misma forma, Costa Rica se toma muy en serio sus áreas protegidas. Un tesoro natural que está amparado por el Sistema Nacional de Áreas de Conservación, que preserva un total de 25% territorio nacional. El país cuenta así con 29 parques naturales, 19 refugios de vida silvestre, 8 reservas biológicas y una serie de áreas protegidas que cautivan a los amantes las actividades ecoturísticas.

Esto significa que tanto la población local como los visitantes pueden disfrutar en todo su esplendor natural de los majestuosos volcanes, las paradisiacas playas del Pacífico y del Caribe y las exóticas selvas tropicales, secas y húmedas, sin dañar el medioambiente.

Además, existen todo tipo de productos turísticos que no solo tienen de como objetivo ofrecer hermosas experiencias, sino también educar sobre la importancia de proteger los recursos naturales.5