El ejemplo del capitán del ‘Titanic’

EI 14 de abril de 1912, el Titanic se hundía bajo las aguas del océano Atlántico y dejaba atrás más de 1.500 vidas. Esta carta no es solo para lamentar las vidas de los muertos, es por tres motivos más. Hoy en día, cada poco tiempo mueren cientos de personas injustamente, y muchas de ellas en el mar. En segundo lugar, el Titanic fue la muestra de la prepotencia que muchos tenemos encima. Era insumergible, pero se demostró que no. Recordemos siempre que los humanos somos vulnerables y frágiles, por lo que no hay que ser arrogante; todo es susceptible a mejora y cambio. Finalmente, la última pequeña lectura del Titanic es el parecido con la actualidad. De todas las víctimas que murieron, la mayoría eran pobres. Lo mismo que ahora ¿Quién paga la crisis? ¿A quién afecta más las tragedias? A los pobres. Matizo, también murió algún rico y alguien con posición poderosa.

Esto debería servirnos de ejemplo: a los dirigentes de bancos que han hundido su sede; a los estados que se han arruinado por gestionar mal su economía; a los gobiernos que han provocado una pérdida en las pensiones y salarios de su gente; a las familias de sangre azul, que siguen viviendo bien mientras otros se ahogan... Debería servir de ejemplo a todos aquellos que no les afecta la realidad actual de una situación injusta para muchos. El capitán del Titanic asumió de forma drástica su error de ir a una velocidad demasiado elevada.