Imputados el jefe de Comunicació del Govern y el exsecretario de Presidència
El juez de Barcelona que indaga los preparativos del 1-O ha citado a declarar como investigados para el próximo mes de mayo al exsecretario general de Presidencia Joaquim Nin y al actual director de Comunicació del Govern, Jaume Clotet. Las pesquisas del titular del juzgado de instrucción número 13 de Barcelona están relacionadas con la financiación del 1-O, sobre todo de la publicidad de la consulta unilateral, y con la página web del Pacte Nacional pel Referèndum.
Tanto Nin como Clotet, que forma parte del equipo que impulsó la candidatura de JxCat encabezada por el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, ya fueron interrogados como imputados por la Guardia Civil el pasado mes de julio, en el marco de la investigación que abrió el juez por los preparativos del referéndum del 1-O.
Además, el magistrado Juan Antonio Ramírez Sunyer también ha citado como testigos a Anna Maria Molas, exjefa de comunicación de la Conselleria d’Exteriors, que dirigía Raül Romeva; Ignasi Genovès, exdirector general de Difusió de la Generalitat; y Núria Llorach, expresidenta de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA).
Política y justicia están siendo víctimas de la aceleración del tiempo en el conflicto catalán
desde septiembre del 2015 cuando empezó a soltar el mantra de que la Generalitat no gastaba ni un euro en el 1-O cuando posiblemente aún no se había mirado todos los papeles. Y de la prisa surgen los informes de la Guardia Civil en los que se mezclan algunos pagos, por ahora pocos, con muchas reservas de crédito que será muy difícil que acaben sustentando en un juicio un delito de malversación que, además, en Alemania fue sustituido hace un par de décadas por el de apropiación indebida.
Mucho hemos reflexionado sobre la aceleración en la circulación de la información que está en la base de la epidemia de fake news que sufrimos. Pero menos hemos hablado de cómo esa hiperaceleración de la información contagia a la política, a la economía, a la ciencia o a la justicia. Porque en todo caso no hay que confundir la prisa con la diligencia, la primera esconde precipitación y la segunda, todo lo contrario.