El artículo 155 amenaza el futuro del Circuit de Barcelona Catalunya
La entidad precisa la aportación del Govern para cerrar su nuevo plan estratégico La instalación genera un impacto económico anual de 340 millones de euros
E l Circuit de Barcelona Catalunya ultima un plan estratégico para el periodo 20192022 que prevé renovar el contrato con la fórmula 1 (F-1), propiedad del conglomerado de EEUU Liberty Media, que vence en el 2019 y que garantizaría la continuidad de las instalaciones. Un requisito imprescindible es la aportación de la Generalitat, el principal socio de la infraestructura deportiva, que en la actualidad está intervenida como consecuencia de la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Para que el plan estratégico, que está muy avanzado, pueda cerrarse es imprescindible esa pieza del puzle, y la falta de Govern lo dificulta, según admite el presidente del Circuit, Vi- cenç Aguilera. La participación de la Generalitat se realiza a través de la Conselleria d’Empresa i Ocupació.
La competición de moto GP, propiedad de Dorna, está asegurada, puesto que el contrato vence en el 2021, pero es necesario amarrar la de F-1 por otros tres años para que se disipen posibles nubarrones para el futuro de la instalación de Montmeló. La fórmula 1, bajo la gestión de Liberty Media, está aumentando de valor, lo que facilitará que los ingresos se incrementen, afirma Aguilera.
La organización, cuyos otros dos accionistas son el RACC y el Ayuntamiento de Montmeló (Vallès Oriental), cuenta también con convenios con el consistorio de Barcelona, cuyo gobierno municipal se mostró inicialmente dispuesto a eliminar el apoyo, aunque finalmente lo ha reducido de tres millones en el 2017 a 2,5 millones en el 2018 y 1,5 millones en el 2019, cuando vence el acuerdo en vigor. Además está la Diputación de Barcelona (un millón). Según los responsables de la instalación no existe ningún circuito en el mundo que funcione sin algún tipo de apoyo público.
El Circuit, con unos ingresos de 35,3 millones, registró unas pérdidas de siete millones en su último ejercicio, tras alcanzar los 10,8 millones en el 2016. El nuevo plan estratégico prevé alcanzar el equilibrio (ni beneficios ni pérdidas) en el 2021, pero eso está en función de la firma de los acuerdos previstos.
La instalación tiene una ocupación
IMPACTO FISCAL Los mismos análisis indican que el impacto fiscal alcanza los 42 millones de euros anuales, de los que un poco más de 10 millones de euros se quedan en Catalunya en concepto del 50% del IRPF y del IVA.
Con una plantilla estable de 55 personas, genera hasta 10.000 contratos laborales al año gracias a las principales competeciones, que congregan hasta 100.000 espectadores en un solo día y cerca de 600.000 en el conjunto del año.
En todo caso, tal y como explica Aguilera, se trata de «una instalación estratégica de país» que sirve de catalizador para el sector del motor, que supone en torno a un tercio del producto interior bruto (PIB) industrial de Catalunya. Como sucede con otras actividades, es necesario «hacer una apuesta de futuro por la industria y el deporte del motor», afirma.
El Circuit de Barcelona Catalunya, a diferencia de otras instalaciones de este tipo en el mundo, se encuentra cerca de un área metropolitana como es la de Barcelona, tiene a poca distancia el mar, la montaña, infraestructuras hoteleras y de ocio y los aeropuertos de Barcelona, Girona y Reus, entre otras ventajas.
La instalación fue inaugurada en 1991. Desde entonces se ha situado como uno de los mejores circuitos permanentes y se ha potenciado como escenario único para organizar cualquier evento o experiencia. En el calendario deportivo de esta instalación destacan el Gran Premio de F1, el Gran Premio de MotoGP, el Campeonato del Mundo FIA de Rallycross y otras competiciones del mundo del motor.