TMB prevé una flota sin buses diésel en 8 años
Solo se mantendrán vehículos de gasóleo en el minibús, el bus turístico y el de barrio El nivel de CO2 será 28.000 toneladas menor al renovar 449 unidades en 4 años
L os buses diésel desaparecerán de las líneas regulares de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) entre el 2026 y el 2028. Ese es el horizonte que se ha trazado la operadora en su estrategia para reducir el impacto medioambiental, si se mantienen las inversiones y ningún bache inesperado altera la marcha prevista para el transporte público de la capital catalana y su entorno. El ecuador de esta hoja de ruta se viviría dentro de cuatro años, momento en el que se contempla una reducción de 27.900 toneladas de CO2 gracias a la sustitución de 449 vehículos que funcionan con gasóleo por otros tantos de tecnología híbrida, eléctrica o de gas natural.
Quedarían excluidos de estos planes las unidades de minibuses, los autobuses de barrio y los turísticos, al tratarse de una tipología de vehículos de las que la industria no ofrecía alternativas más ecológicas hasta tiempos muy recientes, según destaca la empresa.
125 MILLONES La «drástica» rebaja de las emisiones oscilará entre el 7% del 2018 y el 15% del 2020, una meta que sintoniza con la voluntad de que «Barcelona continúe como la flota más limpia de Europa», como la distinguió la Unión Internacional de Transporte Público el 2015, recordó ayer el consejero delegado de TMB, Enric Cañas. Con la renovación de parque de vehículos iniciada el año pasado, en el 2020 se pasará de los 205 autobuses hí- bridos a 393, y de cuatro eléctricos a 56, al tiempo que las unidades impulsadas con gas natural se mantendría en torno a los 380 vehículos.
En total, 449 vehículos diésel y de gas natural comprimido que se verán reemplazados, en una inversión que rondará los 125 millones de euros, sin incluir la infraestructura necesaria para el buen funcionamiento de la flota eléctrica, como los cargadores energéticos en la cochera y en la calle, detalló Cañas. Un desembolso destinado a «la reducción de la edad y a la fiabilidad de los vehículos de transporte y su impacto ambiental», añadió.
La estrategia se remonta al periodo 2011-14, cuando TMB transformó en híbridos 70 autobuses diésel y 13 de gas natural comprimido. Otros 425 vehículos fueron equipados con filtros para retener los óxidos de nitrógeno y las partículas finas, que constituyen los dos agentes contaminantes más perjudiciales para el medio ambiente y también para la salud de las personas.