30 días con bici
Quiero compartir mi experiencia como ciclista en Barcelona aprovechando el movimiento propuesto por Bicing #30diesAMBbiciBCN este mes de abril, donde se invita a la ciudadanía a utilizar la bicicleta durante 21 días para crear un hábito de consumo. Para mí es un placer disfrutar de los desplazamientos por la ciudad gracias a los nuevos carriles bici, señalizados debidamente y diseñados para hacer más fácil la convivencia entre coches, peatones y ciclistas. Hace un par de años que decidí cambiar el metro y el autobús por el Bicing para ir y volver del trabajo y todo han sido ventajas. He reducido mi estrés de la mañana, ahora disfruto de la tranquilidad de las calles del Eixample a primera hora, sin aglomeraciones, con las tiendas cerradas, y veo cada día la Sagrada Família sin turistas. A la vuelta, aprovecho para desconectar observando la Pedrera y recorriendo el paseo de Sant Joan. Mi bolsillo también lo ha notado bastante, aunque el transporte público de Barcelona es de los más económicos de Europa. También debo destacar los beneficios para la salud, a la vez que colaboras en reducir la contaminación. Gracias al ayuntamiento por invertir en estas mejoras y hacer de Barcelona una ciudad más sostenible y accesible en bicicleta. ¿Cómo protegernos de las administraciones que expropian y utilizan nuestras fincas sin compensarnos por ello, teniendo que consentirlo sin más, porque no nos queda otro remedio y debiendo, además, costear de nuestro bolsillo el mantenimiento y los impuestos como el IBI, sin poder disponer de nuestras propiedades ni sacarles ningún rendimiento y hasta sin poder entrar en ellas? No es justo ni aceptable. Expedientes expropiatorios que se eternizan, fincas que pasan a quedar afectas en nombre de la utilidad pública o interés social, pero eso sí, con impuestos, tasas y otros gastos a cargo de sus indefensos aún dueños, alegando múltiples razones para no finalizar la expropiación y pagar. Somos muchos los que llevamos años soportando este ataque a nuestros intereses y ya ha llegado el momento de decir basta, ya es hora de hablar y explicar muchas cosas.