Aromáticas de kilómetro cero
Aromik cultiva en Gombrèn plantas autóctonas que envasa y vende como infusión y condimento
Se conocieron en la Escola Agrària del Solsonès. Ella llegó allí desde Aramaio, en el País Vasco, y él, desde Barcelona. Y ahora lideran juntos un proyecto propio de cultivo, secado, envasado y comercialización de plantas aromáticas y medicinales para consumir como infusión o condimento alimentario.
La pareja, Aroa Lapuente, de 31 años, y Miquel González, de 28, acabaron sus estudios agrónomos y, ante «tan poca oferta laboral de calidad para ser contratados», subrayan, decidieron poner en marcha algo suyo. Tenían ganas de instalarse en el campo y buscaron un lugar donde asentar su hogar junto a fincas donde ver nacer su modus vivendi. Lo hallaron a cinco kilómetros del pueblo de Gombrèn, en la comarca del Ripollès. Los dueños de una casa con tierras de cultivo buscaban masoveros, alguien con ganas de vida de campo que compensase el alquiler ocupándose del mantenimiento de la finca. Era ideal para los dos jóvenes agrónomos que, una vez situados, estudiaron las posibilidades de una actividad económica.
«Pensamos que las plantas aromáticas podían funcionar bien, y nos metimos en ello de cabeza», explica Lapuente. «Aunque sí hay mucha compraventa de este tipo de plantas en Catalunya, alguien que realice el proceso completo de cultivo, secado y comercialización no es tan común», añade.
Eran muy conscientes de que no podían competir con los tés e infusiones que llegan de Egipto, la India o Irán, donde se produce a precios bajísimos. «Nosotros optamos por
«No es habitual que alguien asuma todo el proceso y opte por dar valor a las plantas de aquí»
dar valor a las plantas que tenemos aquí», precisan los emprendedores.
Las subvenciones a jóvenes agricultores y los fondos de ayuda a la mejora de instalaciones y maquinaria agrarias de Europa, estatales y comunitarias les propició 30.000 euros con los que pusieron en marcha su obrador en un antiguo pajar y una pequeña tienda en otro espacio en la misma finca. Así nació, en el 2016, Aromik, el sello y la marca de su empresa, que fusiona los nombres de sus creadores, Aroa y Miquel. Emhierbas pezó con la previsión de facturar 45.000 euros brutos a cinco años vista. Los primeros dos fueron para sembrar y hacer pruebas y para preparar el obrador, la tienda y la web www.aromik.cat, desde la que en breve se podrá comprar on line.
De momento, las 16 variedades de infusión que ya han producido (secado, envasado, únicamente con envases biodegradables, y comercializando) en la cosecha del pasado año y de este se venden en unos 50 establecimientos, en su mayoría del Ripollès, Osona, el Berguedà y Barcelona. «Nos ayuda estar inscritos a la marca-paraguas Producte del Ripollès [www.productesdelripolles.com]». También próximamente, empezarán a vender sus
«Es importante estar presentes en mercados y ferias. Es donde muchos te descubren»
en formato de condimento culinario. La pareja da a conocer sus productos en ferias y mercados como el del fin de semana del 5 y 6 de mayo en Santa Coloma de Farners, el Mercat de les Herbes de la Ratafia. «Siempre servimos infusiones calientes al momento y, en verano, con hielo», explican. «Es importante estar presentes en mercados y ferias, es donde muchos te descubren y te preguntan. Y las redes sociales, sobre todo Instagram, también nos ayudan mucho».