El Periódico - Castellano

«Me importa un pepino que entre en la cárcel un rapero»

LOQUILLO Rockero. Celebra 40 años de carrera con un disco y una gira

- JUAN FERNÁNDEZ MADRID

Como si fuera necesario subrayarlo, Loquillo (Barcelona, 1960) ha apellidado con la palabra actitud la gira que iniciará en agosto para celebrar sus 40 años en la música, que cerrará en el Sant Jordi el 14 de diciembre, y el disco triple recopilato­rio publicado para la ocasión: Rock and roll actitud. Se le podrán hacer otros reproches, pero no que ande flojo de actitud. Traje y chaleco gris de raya diplomátic­a, camisa blanca de doble botón al cuello, tupé en perfecto estado de revista. Podría pasar por un gentleman en una mañana de negocios, pero quien dispara sin relajar un solo músculo de la cara se anuncia como punk. Actitud. –¿40 años es una buena ocasión para mirar atrás? –Curiosamen­te, también se cumplen 40 años de la Constituci­ón. Pertenezco a la primera generación de artistas españoles que pudo crear en libertad, y no se suele recordar. Hemos avanzado mucho, pero en este país sigue sin haber conciencia de lo que significa la cultura. Muchos siguen pensando que los artistas somos unos cantamañan­as y unos sinvergüen­zas.

–Se atreve a asociar su aniversari­o al de la Constituci­ón, con lo denostada que esta está últimament­e. –Yo no la voté, no tenía la edad, y me encantaría que hubiera una nueva Constituci­ón, como desean muchos españoles. Necesitamo­s algo más moderno que se adecue mejor a los tiempos actuales. No solo socialment­e, también para encajar todos los territorio­s del país. Sería lo más lógico.

–¿Comprende a quienes critican la Constituci­ón del 78 y la Transición? –Me importan una mierda. Tengo clarísimo que hubo una generación anterior a la mía que luchó por la democracia. Vi las luchas de los sindicatos de la Hispano Olivetti, que estaba a 100 metros de donde yo nací, y no las olvido. Otros no estuvieron allí, quizá por eso dicen lo que dicen. Hemos vivido tan bien los últimos 40 años que hemos perdido la memoria.

–¿Tiene esa impresión? –Sí. Por ejemplo, cuando oigo a los que dicen que hoy hay fascismo y no han visto a un fascista en su puta vida. Yo sí los he conocido. He visto a fascistas reventando manifestac­iones con un hacha en la mano. Hoy se banalizan términos como fascismo, libertad de expresión, pensamient­o único… Vivimos en los tiempos de la posverdad, que no deja de ser la mentira. Yo prefiero llamar a las cosas por su nombre, así no engaño a nadie.

–Quizá algunas de sus letras de hace 40 años hoy serían censuradas. –A mí me censuraron una canción en 1993, Los ojos vendados, que hablaba de las torturas en las cárceles, y no gobernaba el PP. Antes habían censu-

rado a Las Vulpes por cantar Me gusta ser una zorra, y a Fermín Muguruza, y le quitaron el programa a Paloma Chamorro, y al Gran Wyoming. El problema, insisto, es que este país no tiene memoria.

–¿Qué le parece que un rapero entre en la cárcel por sus letras? –Me importa un pepino. Me preocupan más las amenazas a Isabel Coixet y a Joan Manuel Serrat, porque los que ensalzan al rapero son los mismos que luego silencian lo otro. ¿Han censurado a un rapero? Por favor, que a todos nos han censurado 20 veces, ¿qué me quiere usted contar? Chico, si te arriesgas, te expones a que te partan la cara, esto ha sido siempre así. A este oficio se viene llorado de casa.

–¿La gente que hoy se dedica al oficio tiene la piel más fina que antes? –No sé, yo tengo 57 años y no voy a criticar a los jóvenes. Cada uno, con su pan se lo coma. No soy ningún líder de masas, ni ningún profeta, ni voy tocando el pito para que la gente me siga. Defiendo lo mío y soy individual­ista, aunque el precio sea caerle mal a cierta gente o que mis canciones no suenen en ciertos sitios.

–Su música no es de la que pasa de puntillas ante los temas polémicos, precisamen­te. –Nunca he creído en las canciones que aspiran a salvar el mundo. Yo vengo del punk, soy tocapelota­s por naturaleza y he crecido con mi generación. Quien haya crecido con John Lennon tendrá su paz, su amor y todo eso. El punk es otra historia. –Cuando mira atrás, ¿de qué se siente más orgulloso? –De decir que no. Poder decirlo es la hostia. Me siento orgulloso de mi independen­cia, de haber hecho mi propio camino, de no depender de las subvencion­es, de haber hipotecado mi casa las veces que hizo falta sacar un disco. También de haber dignificad­o, en lo posible, este trabajo, y de hacer que el rock español rompiera barreras. Soy hijo de la Barcelona de Los Sírex, Los Salvajes y Los Cheyenes. Una Barcelona nunca reconocida.

–¿La ciudad tiene una cuenta pendiente? –Sí, totalmente. Aquí han sido reconocida­s la rumba y la Nova Cançó, pero el rock de Barcelona, no, nunca, jamás. Ni creo que vaya a ocurrir. Porque no mola. El rock siempre ha sido políticame­nte incorrecto, nunca le ha bailado el agua al poder. En otros países, los pioneros del rock están considerad­os. Aquí nadie se acuerda de ellos.

–Si tuviera delante al Loquillo de hace 40 años, ¿se entendería con él?

–No soy de los que se dedican a dar consejos. Cuando tenía 18 años, los grupos consagrado­s se reían de las bandas primerizas y recuerdo que yo me decía: «Jamás haré eso cuando sea adulto». En Occidente apartamos a los mayores, pero en las culturas que llamamos tercermund­istas los viejos son los sabios. En el rock pasa exactament­e lo mismo. Yo siempre me he fiado de los mayores. Ahora vampirizo toda la energía que puedo de los jóvenes.

–Y después de ahora, ¿qué?

–Los discos de grandes éxitos significan ruptura o que no sabes qué hacer. Yo sé qué quiero hacer. A finales de este año grabaré un nuevo disco, a mitad del siguiente haré mi próximo álbum de poesía contemporá­nea y en 15 días saldrá mi tercera novela, Las calles de Madrid. La gira que empiezo en agosto va a ser espectacul­ar. Soy la estrella más importante de este país y eso es una responsabi­lidad muy grande. Por mí y por la gente que me sigue.

«He visto a fascistas reventando manifestac­iones con un hacha. Hoy se banalizan términos como ‘fascismo’»

«Defiendo lo mío y soy individual­ista, aunque el precio sea caer mal a cierta gente o no sonar en ciertos sitios»

 ??  ??
 ?? DAVID CASTRO ??
DAVID CASTRO

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain