«Es una patada, no una mudanza»
Junto al portal de la finca de la calle del Rec Comtal donde vive Zaida Elena hay amontonados unos escombros de obra. «Están reformando los bajos para dividirlos y hacer apartamentos turísticos», cuenta esta barcelonesa venida de argentina hace ya más de una década. Zaida Elena y su pareja dejarán este piso del distrito de Ciutat Vella en mayo para trasladarse a otro en la Esquerra de l’Eixample. No porque no les guste la zona o prefieran cambiar de aires, sino porque les vence el contrato en junio y con la subida del alquiler tendrían que destinar más del 50% de sus ingresos a pagar el techo.
Este mes ha tenido que abonar 920 euros por un piso de 80 metros cuadrados, «sin apenas luz natural», describe. A partir de junio les pedían 1.300 euros, una subida del 43,5%, inasumible.
Elena es entrenadora personal en uno de los gimnasios de la cadena DIR y por las clases gana alrededor de 700 euros al mes. «Los meses que me falla algún cliente, me pongo enferma o cojo vacaciones, es menos», explica. Su pareja gana 1.800 euros y juntos destinan actualmente el 36,8% de sus ingresos al alquiler. Llevan ocho años en el piso de la calle del Rec Comtal, en el barrio de El Born, por el que empezaron pagando 850 euros allá por el 2010.
En ese periodo los ingresos