La banda granadina
festejó en el Auditori los 20 años de su celebrado trabajo alejándolo de su textura original
critud lineal. En Cumpleaños total, el contraste con la tensión de la grabación era obvio, aunque Jota aportó un poco más de vivacidad alzando la voz (y agitando una maraca).
Los mejores momentos, en el tramo final. Primero, entrando en el laberinto de Toxicosmos y siguiendo su camino por «colinas de cebollas y metal», viaje alucinógeno entre marejadas cósmicas y con crescendo final. Y como clímax, La copa de Europa,
que ya en su toma grabada tenía violines y que revivió su dolorosa majestuosidad natural.
Consumado el repertorio, en el bis, Jota y Florent se quedaron solos con el pianista, David Montañés, en una canción no prevista, Si estaba loco (de otro disco referencial, La
2007), recreando su oscuridad flamenca entre turbias cortinas de guitarra. Y de nuevo con todo el equipo, la sesión caminó hacia el eclipse a través de David y Claudia
y Los poetas, volviendo a un enfoque sonoro que, a lo largo de la noche, sirvió para sacar partido de tan solo una parte del perfil de este grupo generalmente indisociable de su poderoso aparato eléctrico.
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