Aventuras en el ayer del futuro
Veteranos comoTangerine Dream o Seefeel sedujeron en el MIRA Festival
El pasado viernes, el MIRA Festival no era el típico trasiego de estudiantes de diseño y sus hermanos mayores; también estaban sus padres, atraídos por la presencia en el cartel del mito alemán de la electrónica progresiva Tangerine Dream. O la versión diluida que queda de aquellos: tras la muerte de Edgar Froese en el 2015, no queda en el grupo un solo miembro de la formación original. Mantienen viva la llama Thorsten Quaeschning (en el proyecto desde el 2005), Ulrich Schnauss y la violinista Hoshiko Yamane.
Pero empieza a sonar el tema principal de Carga maldita y se olvida cualquier escepticismo: sonido carnoso, la misma tensión, la misma magia... Si no eran los auténticos Tangerine Dream, se les parecían mucho. Igual que en una maravillosa toma de Love on a real train, tema que acompañó un magreo de Rebecca De Mornay y Tom Cruise en Risky business y avanzó la hipnosis del estilo Balearic beat.
Ese mismo día, pasaron por la Main Room artistas del nivel de Carla Dal Forno, una Nico con fondos industriales, pospunk y dub; Aïsha Devi, defendiendo una mezcla de voces seráficas con cuchilladas sintéticas y graves atronadores, o The Bug, con un (relativo) directo de dancehall cargado de ruido.
Ya el sábado, el acontecimiento era para muchos (quienes crecimos con la música de los 90) poder ver en directo a Seefeel, leyenda de la primera generación del posrock británico. Su recuperación del clásico disco Quique de 1993 llegó a superar expectativas. Su electrónica planeadora con líneas de bajo dub y melodías dreampop suena relevante en el 2018, quizá porque incontables grupos actuales se han nutrido de ella.
Infundieron respeto e hipnotizaron desde el minuto uno, con la minimalista Climactic phase no. 3.Y el asombro continuó con el dub más fragoroso de Polyfusion; una urgente Industrious en la que bajo y batería (ese platillo clave) se afanaban en recrear bucles en directo, o esa catedral melancólica llamada Charlotte’s Mouth.
También el productor ambient/drum’n’bass Christoph De Babalon, consagrado en los 90, sigue en forma: uno de los hitos de su directo fue How long from now?, arrollador corte del 2017 con patrones rítmicos imposibles de seguir sin partirse el cuello. Derivó hacia el breakcore más opresivo, pero eso era easy listening comparado con Yves Tumor, quien pasó de los instintos pop de su último álbum y optó por el ruido sin concesiones. Después de aquello, el emo-techno de Rival Consoles sentó como un bálsamo.
Todo lo mencionado pasó en la Main Room, pero la amplia oferta del MIRA incluyó también los espectáculos de la 3D Sound Room (con sistema de sonido envolvente); las proyecciones en 360º del MIRA Dome; algunas sugerentes instalaciones artísticas y, por primera vez, una exposición: THE SEARCH FOR (modern) PLEASURE, sobre la noción de placer en la era digital.
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La recuperación del clásico disco de 1993 ‘Quique’ infundió respeto e hipnotizó