«Me han amado tanto, que ya no necesito»
Tú y yo somos tres
Se ha producido una curiosa excitación mediática con la decisión empresarial de Tele 5 de intercambiarles los programas a dos presentadoras. A Toñi Moreno la han colocado en Mujeres y Hombres y Viceversa,ya Emma García la han situado al frente de Viva la vida. Hombre, no creo que esto pueda ser considerado ni siquiera una noticia. En las grandes superfi- cies comerciales es normal que cada cierto tiempo muevan a los empleados de sitio. El que estaba en la verdura congelada, por ejemplo, lo pasan a la zona del caldo de gallina. Y viceversa. No le veo a la cosa mayor trascendencia, dado que los puestos de trabajo afortunada- mente se han respetado y continúan.
Para arrancar con fuer- za, con ímpetu, su nuevo destino en Viva la vida, Emma García se pasó todo el programa avisándonos de que había conseguido una entrevista con la baro- nesa Thyssen. Estuvo lan- zándonos este anzuelo durante toda la tarde del sá- bado, volcándonos mucho material de archivo. Efecti- vamente, el material sobre Carmen Cervera es abundantísimo. Solo la tournée documental sobre los hom- bres de su vida da para llenar varios especiales televisivos. Desde su pimer marido, el Tarzán Lex Barker, hasta su gran éxito definitivo, el barón Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza, pasando por el tremendo Espartaco Santoni, y algún pintoresco pollastre de menor cuantía, la vida amorosa de Cervera es muy atractiva para el coti- lleo que se practica en telecinque.
Después de toda la tarde de anzuelos, llegó por fin la entrevista. Duró aproximadamente tres minu- tos. Vimos a Emma en Andorra, en el Museo Carmen Thyssen, charlando con ella un ratito. Un visto y no visto. «¿Es usted feminista? / No, yo soy femenina». No hacía falta añadir na- da más, en absoluto. Cuando dijo que el heredero de su imperio podría ser su hijo Borja, o su sobrino Guillermo, director del Museo, en los cotillas del plató hubo agitación. Se escuchó una voz que decía: «¡Ese Guillermo antes era pastelero!». ¡Ah! En ese plató admiraban lo que es progresar, es indiscutible.
Dentro de la nada más absoluta resaltemos lo que dijo ante un posible nuevo amor: «Me han amado tanto, y yo también he amado tanto, que ya no necesito». ¡Ah! Es una idea interesante: el amor tiene cupo. Agotada la asignación de amor de cada uno, ya no cabe más. Es tema inquietante. Merece estudio.
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