¿Dónde están los límites?
Desde que el Ministerio de Sanidad anunció la «expulsión» de las seudoterapias de los centros sanitarios, son muchos los que se preguntan dónde está el límite que divide las terapias avaladas por la ciencia de las que no. «No podemos hablar de forma tan contundente sobre dónde está el punto de corte de la ciencia. Como mucho, podemos decir que los médicos debemos basar nuestra práctica en la mejor evidencia científica disponible hasta la fecha», reflexiona Gustavo A. Tolchinsky, secretario del Col·legi de Metges de Barcelona (COMB). «Lo que está claro es que recetar un tratamiento sin evidencia frente a uno que ha demostrado su eficacia es indiscutiblemente una mala práctica, como también lo es aconsejar un tratamiento alternativo como sustituto de las recomendaciones terapéuticas avaladas», añade.
Entre los ejemplos de malas prácticas, el 5% de los facultativos que, según estimaciones de la OMC, hacen uso de seudoterapias. «Hay quienes tratan a sus pacientes con tratamientos no avalados, algunos más peligrosos que otros e, incluso, algunos prohibidos, como el polémico MMS», añade Jerónimo Fernández, del Observatorio contra las Pseudoterapias. «No puede ser que ese 5% quiera imponer sus criterios. Tampoco es normal que un profesional de la sanidad se ponga a recetar homeopatía o haga imposición de manos. Eso es confundir a la gente».
☰
Los expertos recuerdan que un tratamiento sin eficacia probada no puede darse como sustituto