Puigdemont pide unidad en torno al Consell per la República
La entidad que trata de internacionalizar el ‘procés’ se viste de largo en Bélgica El organismo estará encabezado por el ‘expresident’ hasta nuevas elecciones
«Hay un clamor de unidad que recorre Catalunya y lo deberíamos escuchar. Si no lo hacemos difícilmente tendremos desde la política la autoridad moral para decir lo que hay que hacer. Si perdemos la autoridad moral, perderíamos todo lo que hemos conseguido que es muchísimo», avisó ayer en Bruselas el expresident y presidente del consejo fundacional del Consell per la República, Carles Puigdemont, apelando a la unidad de todas las fuerzas independentistas.
Fue durante la puesta de largo del Consell en la capital belga, ante casi un millar de simpatizantes en el Teatro Real Flamenco –se han repartieron en dos turnos debido al aforo limitado–, justo cuando se cumple un año de la manifestación que reunió en la capital comunitaria a 45.000 personas. La presentación empezó más tarde de lo previsto por el retraso en la llegada del avión que debía traer de Barcelona a parte de la comitiva catalana, que fue recibida con gritos de «libertad, presos políticos», «independencia», «somos república», «Visca Catalunya lliure» y algún que otro «dimisión Buch», en relación al ‘conseller’ de Interior.
En el acto, amenizado por un ví- deo de Pau Casals ante la ONU, una carta de la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, y música de Valtònyc y Lluís Llach, también intervinieron el ‘president’ Quim Torra, y los ‘exconsellers’ Toni Comín, Lluís Puig y Clara Ponsatí. Todo ellos llamaron a la movilización ciudadana para culminar lo que comenzó el 1-O. «Os hemos pedidos muchas cosas. Os habéis puesto las camisetas de todos los colores posibles. Habéis ido a votar masivamente, la última vez el 21 de diciembre. Os hemos pedido que imprimáis papeletas, que protejáis urnas, que os pongáis lazos amari- llos. Sin esto no podríamos haber llegado hasta aquí. Lo que hemos conseguido es colosal y el Estado lo sabe», dijeron entre aplausos. Pero ahora, «tras una represión tan brutal como inútil», queda el tramo más difícil que es «el reconocimiento internacional del Estado catalán» y para eso es indudable que se requieren «más personas que quieran hacerse de la República porque es la carta de presentación al mundo». Y advirtieron sobre la «tercera gran victoria del independismo», haciendo un llamamiento a sumar más nombres a un registro que ronda las 41.000 personas.
NO SOLO SIMBÓLICO «Gracias a lo que hemos hecho, Catalunya es un sujeto político de hecho. Ahora nos toca conseguir que Catalunya sea un sujeto político de derecho y, para lograrlo, tenemos que ser más, persistir, ser imaginativos y no tener miedo», reivindicó Comín. Defendió el Consell como «espacio libre» y «plural» de acción y no solo simbólico. «En un contexto en el que nuestras instituciones están bajo libertad vigilada, de restricciones, de recentralización, podrá hacer lo que nuestras instituciones no pueden», proclamó. En el consejo fundacional estarán además de Puigdemont los ‘exconsellers’ Ponsatí, Comín y Puig, así como la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, y Meritxell Budó, Toni Castellà y Neus Torbisco-Casals.
El objetivo será constituir una asamblea de electos de la República, que no será un lobi sino «una democracia participativa», dijo Puig, y que estará formada por diputados del Parlament, representantes de ayuntamientos, sociedad civil y ciudadanos de todo el mundo. La intención es que las elecciones a esa asamblea, que tendrá entre 100 y 150 miembros y potestad de elegir al presidente del Consejo de Gobierno, sean en un plazo de entre seis y 12 meses o cuando el registro alcance un millón de miembros. A la presentación también acudieron el ‘vicepresident’ Pere Aragonés y varios ‘consellers’ del Govern, que cerraron filas con el ‘president’ Torra, quien recordó que están «en el lado correcto de la historia» y que «no hay marcha atrás».
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