«‘Conseller’, la salud no es una cuestión banal»
«Aveces discutimos por cuestiones que no son esenciales», afirmó Eduard Pujol en respuesta al reclamo de los profesionales sanitarios. La mejora de la sanidad pasa pues a segundo plano; la independencia es la solución a los problemas de Catalunya.
Como enfermera que soy, manifiesto mi claro desacuerdo con este discurso, que me hace pensar que el señor Pujol disfruta de unos privilegios que no están al alcance de la mayoría. ¿Ha tenido usted que esperar un tiempo interminable para una intervención quirúrgica? ¿O le han aplazado el día de la intervención porque se han reducido el número de quirófanos y profesionales? Le recuerdo que fue su compatriota Artur Mas quien durante su gobierno redujo los presupuestos en materia de gasto social. La sanidad catalana perdió 2.400 sanitarios y más de 1.100 camas hospitalarias. El auge del soberanismo y el famoso caso del 3% han eclipsado esta realidad. ¿Sabe usted que el ratio de enfermeras está por debajo de las demandas europeas? ¿Cree que se puede sostener un sistema donde enfermeras, médicos, auxiliares y demás profesionales debemos trabajar a diario con menos recursos humanos y materiales? ¿Me puede decir que esta cuestión es actualmente irrelevante mientras que una enfermera hospitalaria puede llegar a llevar más de 15 pacientes ella sola o a permanecer más de 24 horas en una sala de urgencias colapsada? No nos olvidemos también de que en algunos hospitales hay que ir equipado con paraguas e impermeables por si lloviera y las goteras fueran un problema añadido al estado de salud.
¿Es que vamos o íbamos sobrados de servicios? La salud de las personas no pasa por ser de una u otra ideología. Tildar de banal esta cuestión es una ofensa para los usuarios y profesionales y una irresponsabilidad por parte de un gobierno que prima los intereses partidistas por encima de las necesidades reales de los ciudadanos.