Obras maestras, o no
En su artículo Los Coen y el pasado, publicado en EL PERIÓDICO, la crítica de cine Desirée de Fez dice que en la cartelera se acumulan muchas obras maestras del cine, y que en temas cinematográficos Twitter no es la verdad absoluta. Estoy de acuerdo parcialmente .
En lo que sí creo es en la facilidad que existe hoy en día por parte de la crítica especializada en ver obras maestras por doquier, ya no digamos en los festivales de cine: cualquier medianía es tildada de obra capital en la historia del cine.
Esa es mi sensación, como cinéfilo y director de cortometrajes que soy. Por mi parte, hace años que no veo una película que pueda considerarse una obra maestra de verdad. En cambio, leo reseñas cinematográficas en este mismo diario y en revistas especializadas en las que se considera que ciertas pelícuson obras maestras, pero cuando hago caso de las mismas y voy a verlas, mi impresión suele ser de decepción.
Pero es mi punto de vista, subjetivo, igual que el de los críticos especializados. Dice Desirée de Fez que Twitter no es la verdad absoluta. Tampoco lo es la de un crítico. Y hay muchos casos, y tan solo me remito a la historia del cine, en los que películas que en su momento fueron vilipendiadas, hoy en día han sido resarcidas y reivindicadas.
En este sentido, me gustaría recordar el caso de la prestigiosa crítica Pauline Kael, que puso a caer de un burro una película considerada hoy de indiscutible maestría como es La hija de Ryan, del maestro David Lean.
Las malas críticas hacia su película hicieron mella en el ánimo de Lean y provocaron que estuviera 15 años sin volver a dirigir. Esto demuestra que nadie es infalible, y que se pueden tener todos los conocimientos que se quieran sobre el arte, pero al final todos nuestros puntos de vista, sean de quienes sean, no dejan de ser subjetivos.