Investidura, cara B
El nuevo tablero político Sánchez busca compromisos discretos de gobernabilidad además de apoyos en el pleno El reto es no depender del independentismo para legislar con la sentencia del 1-O pendiente
Pedro Sánchez y sus estrechos colaboradores José Luis Ábalos y Adriana Lastra han cerrado una primera ronda de conversaciones sobre la investidura con casi todos los grupos parlamentarios. EH Bildu y Vox han sido la excepción. El PSOE han diseñado estas negociaciones desde 123 escaños de partida y dos perspectivas distintas. Con dos pantallas (metafóricas) sobre la mesa: en una tratan de
sintonizar la imagen de Sánchez investido y estudian opciones y costes calculadora en mano, a fin de que den los números de la mayoría absoluta (176), o haya más síes que noes en segundo intento. En la otra, pretenden vislumbrar el día siguiente de que haya presidente y buscan cómo hacer realidad una legislatura sostenible sin depender del independentismo catalán.
EL PERIÓDICO ha consultados a distintas fuentes conocedoras del contenido de esas citas para desentrañar los otros mencon sajes que el aspirante y su equipo están sugiriendo a los líderes políticos o a sus entornos en estos días, más allá de pedirles aval o abstención para su reelección. Se da vueltas a las posibilidades de un pleno que la mayoría sitúa entre el 5 y el 10 del julio. Pero hay más. Una vez que PP (66 diputados) y Cs (57) han dado un portazo a la posibilidad de abstenerse –al menos de momento– y se empiezan a explorar, con reticencias, las potenciales sinergias o fórmulas de «cooperación» con Unidas Podemos y, sobre todo, sus 42 escaños, también se digiere que ERC puede resultar imprescindible para resultar investido. A este respecto se subraya que el gesto de los republicanos deberá ser gratuito o de mínimo precio para resultar viable.
SIN HIPOTECAS ¿Eso es realista? En semanas se comprobará si una simple apelación al voto en conciencia para evitar repetición electoral y darle otra oportunidad a «las tres derechas» es suficiente o toca exhibir más cintura política. Los socialistas insisten en que no quieren firmar hipotecas con el secesionismo. Las fuentes citadas explican que el horizonte de un final de verano o un principio de otoño con sentencia del Supremo sobre el ‘procés’, y los anuncios de los partidos que sustentan al Govern de que habrá una «respuesta», hacen temer que, «en el mejor de los escenarios», haya adelanto electoral en Catalunya. «Ese simple panorama ya haría impensable para el PSOE tener alguna dependencia seria en el corto-medio plazo por ejemplo