Reciclaje de talento
La fundación Formació i Treball ayuda a encontrar empleo a 1.034 personas
Una camiseta que alguien ya no usa puede ser la primera pieza de un puzle que permite que una persona en riesgo de exclusión social consiga reengancharse al mercado laboral. En este caso el confeccionador del rompecabezas es la fundación Formació i Treball, una entidad dedicada a la inserción laboral de colectivos vulnerables que en el 2018 consiguió que un total de 1.034 personas encontraran trabajo, lo que representa un aumento del 27,5% respecto a la tasa de inserción del año anterior. Con un presupuesto de 15 millones de euros, la entidad sin ánimo de lucro logró insertar al 29,6% de las 3.497 personas atendidas, según los datos ofrecidos por la organización en su balance anual.
Formació i Treball basa su actuación en las segundas oportunidades, tanto para las personas como para los materiales. Esta fundación, creada por Càritas Diocesana de Barcelona en el 1992, trabaja principalmente en las provincias de Barcelona y Tarragona, en colaboración con programas públicos y privados de inserción, de la mano de Barcelona Activa, de otros municipios, la Obra Social La Caixa y con usuarios de servicios sociales que les son redirigidos.
Sus fuentes de empleo, tanto directo como de formación, se basan en la hostelería y el reciclaje de ropa. De la primera gestionan un promedio de dos caterings al día y regentan un comedor social en Tarragona y el comedor del campus DiagonalBesòs de la UPC, para los que elaboraron en el 2018 un total de 71.218 menús, reutilizando excedentes de diferentes empresas, tal como detalla el director de la fundación, Albert Alberich. Recientemente han realizado una colaboración de catering en el popular festival de música Primavera Sound.
Y para la segunda basan su suministro en los contenedores naranjas que hay en plazas, centros cívicos y supermercados a lo largo de todo el territorio, donde los vecinos donan las piezas que ya no se ponen. Estas se reutilizan o de ellas extraen nuevas fibras u otros materiales, que luego vuelven al mercado en forma de ropa reciclada vía las cadenas de Botiga Amiga.
Talento circular
Formació i Treball trata las prendas en su planta de Sant Este Sesrovires (Baix Llobregat), que en el 2018 procesó 11.000 toneladas de ropa. «Es la planta de tratamiento textil más grande del
sur de Europa», detallan desde la fundación. En esa fábrica trabajó durante un tiempo Núria Rojo. «Esta empresa me cambió la vida, no sabía dónde ponerme, porque no tenía nada. Las experiencias que compartimos allí
nos unen más», cuenta. Hoy tiene un contrato en una empresa de economía ordinaria y cuenta que su proyecto pasa por ahorrar e intentar ganarse la vida con su verdadera pasión: el arte.
Desde la fundación Formació i Treball combaten las disfuncionalidades del mercado con sus mismas armas. En el 2016, crearon una empresa de trabajo temporal (ETT) social, especializada en la inserción colectiva de personas con riesgo de vulnerabilidad. «Nos dimos cuenta que estas personas eran las primeras descartadas en los procesos de
selección», cuenta Alberich. Así que decidieron convertirse ellos mismos en el intermediario.
En el 2018 dieron empleo mediante este mecanismo a 61 personas, con 166 contratos, de las cuales un total de 14 acabaron finalmente contratadas directamente por la empresa donde prestaron servicio.
La entidad genera empleo mediante la cafetería de la UPC o su planta de tratamiento de ropa
La fundación creó en el 2018 una ETT para facilitar el reengancharse al mercado laboral