Una peli de zombis
De un país de 44 millones de personas sin luz convierte Argentina en un espejo de Venezuela Un comerciante enciende unas velas en Buenos Aires.
comunicaba un meme jocoso a través de las redes sociales. se mofaba otro. Pero la situación no era cómica. Eran las siete de la mañana (las 12.00 horas en España) y no faltaban los sustos en una ciudad todavía dormida. Argentina se había convertido en un espejo de Venezuela al quedarse sin luz en gran parte del territorio. De repente, casi todo había dejado de funcionar para 44 millones de personas. La incidencia afectó también a Uruguay. Casi siete horas después, el servicio se restableció en la mayoría de barrios de Buenos Aires.
Fue la mañana más impensada. Las familias que se preparaban para festejar el día del padre, los adictos a internet, los que respetan a rajatabla el café humeante con la televisión encendida, solo vislumbraban a través de sus ventanas la luz de los relámpagos. El corte coincidió con una tormenta incontinente y un descenso de la temperatura que anticipa el invierno. AYSA, la empresa proveedora del servicio de agua potable informaba a la población sobre los problemas para abastecer los hogares y pedía extrema prudencia
ya era un problema: las tarifas han subido el 3.624% en 4 años
a los privilegiados que todavía estaban en condiciones de recibirlo.
ha ofertado alguien predispuesto aún a la ironía. Eran entonces las nueve de la mañana. A primera hora, la ciudad de Buenos Aires daba una imagen de desolación. exageraba un esporádico transeúnte por Cabildo, una de las avenidas más importantes de la capital, mientras señalaba un semáforo intermitente. Los negocios, al igual que en otros barrios, estaban cerrados. No había metro ni ferrocarril. Los buses o taxis esporádicos daban una tenue sensación de movilidad. Los hospitales y aeropuertos funcionaron con sus grupos electrógenos de emergencia.
se preguntaba un país. Las autoridades habían prometido la normalidad en pocas horas. Claro que la credibilidad del Estado no suele ser muy alta y menos en pleno año electoral, saturado de fake news. Por eso hubo desconfianza. Cerca del mediodía se intensificó el nerviosismo.
se decían los afortunados que podían intercambiar mensajes.
Efecto brutal
La luz ya era un problema nacional mucho antes de que los ordenadores se convirtieran en objetos inútiles. Según un informe de la Universidad Nacional de Avellaneda, las tarifas del servicio eléctrico han tenido incrementos de hasta el 3.624 % desde que Mauricoio Macri llegara al poder el 2015. Hubo caceroladas y manifestaciones, pero no han conmovido al poder político. Para el 2019 todavía se espera un incremento del 55%.
El precio de la luz está teniendo un efecto brutal en la economía: bajan sus persianas unas 25 pymes y comercios al día.
se quejaba un taxista. A las 14.00 horas parte del país estaba aun en el limbo. Una hora más tarde Quedó no obstante el temor a que la penumbra se convirtiera en una pesadilla con los ojos abiertos.