Los directores
del Sónar garantizan que el festival se queda en Barcelona
En condiciones normales, la 26ª edición del festival Sónar debería haberse celebrado este fin de semana. Pero no. Durante estos días, tendrá lugar en la Fira de Barcelona una importante feria de maquinaria textil, la IMTA, que ocupará su espacio natural. Una contrariedad que obligó a los organizadores del Sónar a desplazarlo a julio, concretamente a los días 18, 19 y 20. A falta de un mes justo para su inicio, los tres directores del festival, Ricard Robles, Enric Palau y Sergi Caballero, atienden a este diario para explicar por primera vez las razones de la entrada de un socio inversor en el accionariado de Advanced Music, la empresa organizadora del Sónar. Se trata de Superstruct, firma perteneciente al fondo de inversión norteamericano Providence especializada en entretenimiento que participa, entre otros, en el festival Sziget húngaro, el North Side danés y el Oya noruego, así como en la compañía española de ocio Elrow. — Ricard Robles: Ha sido una situación no deseada. No hubo la posibilidad de negociar con la Fira ni con nadie. Hemos estado bastante solos en esta situación. No ha habido consenso institucional sobre que esto no debería volver a pasar.
— Sergi Caballero: El cambio tiene también sus cosas buenas. Los estudiantes ya han terminado las clases. Hay más turismo que en junio. Puede ser curioso. —Enric Palau: En cualquier caso, lo que está claro es que el festival, aunque sea en julio, será exactamente igual a todos los niveles que cualquier otro año.
— El Sónar-2019 será el primero en el que el accionista mayoritario de Advanced Music será un fondo de inversión. ¿Cuál es la razón de esta venta? —R. R.: Es un tema de futuro. Gracias a este apoyo, podemos tener más tranquilidad en un momento de mucho cambio, de mucha compra de festivales por parte de fondos y grupos. Y podemos lanzarnos a proyectos nuevos, como crecer en nuevas sedes internacionales (este año inauguramos festivales en Atenas y México), asociarnos con un nuevo festival en Madrid, el Paraíso, o participar en proyectos como el XSide, dentro del Mobile World Congress. La entrada en el accionariado de Superstruct nos permite desarrollar nuevas ideas y nos garantiza que el festival se quede en Barcelona sin tener que cambiar, trabajando en las mejores condiciones posibles.
«El acuerdo con Superstruct ha sido para tener más tranquilidad en un momento de mucho cambio»
«El festival, aunque este año sea en julio, será exactamente igual a todos los niveles que cualquier otro año»
«Siempre hemos sido más un festival laboratorio, de conocer cosas, que un festival solo de cabezas de cartel»
— Hace unas semanas, en estas mismas páginas, Gabi Ruiz, director del Primavera Sound explicaba que habían vendido parte de sus acciones a un fondo para «protegerse de los tiburones de los festivales». ¿Es comparable su caso al del Sónar? — E. P.: Yo diría que no. Es cierto que habido una subida de precios en las contrataciones auspiciada por algún grupo en concreto, pero nosotros nunca hemos estado en la lucha por estos grandísimos nombres.
— S. C.: Hemos sido más un festival-laboratorio, de apostar por cosas nuevas y diferentes, no un festival solo de cabezas de cartel. —R. R.: El Sónar es, desde sus inicios, un experimento cultural y lo seguirá siendo. Hemos explorado en formatos y contenidos, y dado voz a un tipo determinado de artistas. Y hemos creado un congreso, el Sónar+D. En este sentido, esta filosofía nos ha situado un poco al margen de la lucha entre los grandes grupos.
— ¿Cuál es el porcentaje de acciones que se han vendido? — E. P.: No podemos revelarlo, es información confidencial.
— ¿Superstruct tiene silla en el consejo de administración de Advanced Music? —R. R.: Tiene las mismas sillas que los socios históricos. Nosotros asumimos la presidencia y el control del consejo y, por supuesto, de la gestión del día a día de la compañía. Las decisiones sobre temas artísticos y operativos son nuestros. En lo formal y en lo práctico todo es como siempre. El Sónar no cambia. Ni su equipo. Superstruct ejerce como socio inversor: consensuamos que el presupuesto no sea disparatado, pero no si actúan Cecilio G o Bad Bunny.
— ¿Se han planteado alguna vez la marcha del Sónar de Barcelona? — S. C.: En ningún caso. El Sónar es el buque insignia, el referente. —E. P.: Es el laboratorio donde primero se testan las ideas y los nuevos formatos. Es la casa madre. Es implanteable que el Sónar se vaya de Barcelona.
— R. R.: Barcelona es referencial y su continuidad está garantizada. Los Sónar que hacemos fuera no son clones que puedan crecer y acaben restando capitalidad a Barcelona. Son acontecimientos a medida de cada ciudad, a cierta distancia geográfica: lo más cerca que hemos hecho era Reykiavik, y ahora Atenas. Todo está modulado para que Barcelona sea siempre el referente.
— El Sónar envió en el 2018 una señal al espacio esperando respuesta de los extraterrestres. La respuesta, si llega, lo hará dentro de 25 años. ¿Es imaginable ese Sónar del 2043? —S. C.: Espero que haya gente más joven que nosotros dirigiendo el festival. Fundamentalmente por el bien del festival.
— E. P: : Yo creo que el festival tiene larga vida por delante. Hay un entusiasmo increíble en los miembros del equipo de Sónar más jóvenes. Y me fascina que haya un público joven que espera a tener los 16 años para ir al Sónar de Noche, porque le han dicho que es algo espectacular. Mientras tengamos la obstinación de seguir explorando dónde nos lleva la interacción entre creatividad y tecnología, y en el modo en que los artistas muestren su trabajo de la mejor manera posible; mientras el público quiera seguir disfrutando y compartiendo la experiencia de un directo, habrá larga vida, por supuesto.