Una cumbre de Puigdemont en Waterloo irrita al PDECat
La cita de alcaldes y concejales excluyó a destacados ediles posconvergentes BARCELONA L Recurso al tribunal de la UE por el veto a ser eurodiputado
o que debía ser una reunión discreta para tratar de tratar de superar la crisis interna del PDECat se convirtió ayer en otro motivo de tensión. Y es que el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont citó a una serie de cargos locales del PDECat en Waterloo para analizar el escenario político tras la constitución de los ayuntamientos, y lo hizo excluyendo a destacados ediles, algunos de los cuales no comulgan con las tesis del jefe de filas de JxCat. La versión oficial fue que el encuentro sirvió para intentar una mejor coordinación, pero el efecto fue el contrario.
A la cita acudieron el presidente del partido, David Bonvehí; la número dos por Barcelona en las municipales, Elsa Artadi; la alcaldesa de Girona, Marta Madrenas; el alcalde de Mollerusa, Marc Solsona, y el de Besalú, Lluís Guinó, entre otros. En cambio, ediles de ciudades con un resultado no menor para el PDECat, como Puigcerdà, Deltebre o Martorell, no fueron convocados, lo que generó un profundo malestar entre estos.
Otro foco de conflicto en un contexto de notable tensión interna entre los partidarios del expresidente y los más críticos con el rumbo que marca Puigdemont y defensores de una vía menos radical y más pactista en el terreno independentista. Esta última corriente denuncia el retroceso electoral progresivo que sufre en cada convocatoria.
La cita de Waterloo forma parte de un proceso interno iniciado tras los comicios generales y municipales en el que las diferentes sensibilidades del espacio posconvergente tratan de buscar una solución de consenso que evite una fractura interna, dado que un sector del partido está decidido a impulsar un proyecto al margen de Puigdemont para defender la vía del discurso centrista y moderado. En cambio, el líder ►► ►► de JxCat ha dado muestras –por ejemplo, en las reuniones que ya ha mantenido con Bonvehí y Artadi días atrás– de querer reforzar el control del partido, ordenando el espacio político actual que comparten el PDECat, Junts per Catalunya y la Crida, y situando a personas de su confianza al frente de la organización.
La dirección del PDECat intenta alumbrar una solución salomónica consistente en moderar y centrar al partido y en recuperar a figuras territoriales en detrimento de los fichajes externos. La cúpula pide tiempo y no convocar aún el cónclave que sugieren algunos sectores que reclaman un golpe de timón urgente.
La intención de Bonvehí es evitar fugas y lograr una integración entre distintas familias, en la que el papel de Puigdemont, junto al del expresidente Artur Mas y el del líder de la Crida, Jordi Sànchez, son claves en este encaje de bolillos, que pasaría por subsumir al partido en JxCat a cambio de tener más peso en las decisiones.