La Audiencia Nacional rechaza que Cultura intervenga la SGAE
La junta directiva de la SGAE recibió ayer la primera buena noticia desde ni se sabe. La Audiencia Nacional ha rechazado la solicitud de intervención temporal presentada por el Ministerio de Cultura y ha denegado la autorización para remozar sus órganos de representación. No es un mérito que se pueda atribuir la presidenta de la entidad, Pilar Jurado, pero como mínimo no hay necesidad de reinterpretar el dictamen como sí hizo semanas atrás para dar a entender que la expulsión de la CISAC, la Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Creadores, era, en realidad, una buena noticia.
Han pasado cuatro meses desde que el equipo de José Guirao presentó ante los tribunales su petición de intervenir la SGAE. Era el camino más suave, a la espera de que la junta directiva de la entidad reaccionase acatando los tres puntos que reclamaba el Gobierno: elecciones con derecho al voto electrónico, reparto de recaudación que respete el tope del 20% que marca la ley sobre los ingresos de las madrugadas televisivas y estatutos ajustados a la normativa europea. La reacción del ministro ha sido aclarar que la intervención ha sido rechazada por «una cuestión formal, no de fondo» y que habrá que «acudir a otra vía judicial o retirar la autorización como entidad de gestión a la SGAE».
Las espadas, pues, siguen en alto, aunque el ambiente en la sede de la SGAE debe de ser de celebración ya que cualquier maniobra ministerial volverá a requerir un periodo de elaboración y una aprobación judicial. El tiempo vuelve a correr a favor de la SGAE. Y la resolución llega en el mejor momento posible: una semana antes de la crucial asamblea en la que se votarán, una vez más, los estatutos.