Concejal rico, concejal pobre
Pisos, negocios y pocos coches entre las posesiones de los ediles de BCN
Los 41 concejales del Ayuntamiento de Barcelona que adquirieron esta condición el pasado sábado viven ahora con la satisfacción de servir a la ciudadanía, aunque tienen que pagar algún peaje. Uno, en transparencia: todos tuvieron que presentar una declaración de bienes y actividades, que ya es consultable en la web del consistorio.
El concejal más rico es el jefe de filas del PP en el ayuntamiento, Josep Bou. Posee la empresa de elaboración de venta de pan y bollería Jaime Bou S.A.U., con una
precisa, de dos millones de euros. Y la promotora inmobiliaria Bahía Franc –naves industriales y locales comerciales–, con un valor de 6,4 millones. Pero Bou subraya que el valor real de ambas se conocería solo si vende: calcula que más o menos es el doble del citado. Es decir, una cifra que supera los 15 millones.
insiste. Entre las dos empresas percibe un sueldo mensual de unos 5.000 euros. Tiene un Volkswagen Beetle del 2003, una casa a medias con su mujer en Cerdanyola y tres párkings en Barcelona. Y saldos bancarios medios (ese es el dato que indican las declaraciones) de 12.000 euros en cuentas del Banco Santander.
Ada Colau no tiene ni vivienda ni vehículo de propiedad. Suma un saldo medio de 4.969 euros en una cuenta de la Caixa d’Enginyers y de 25.428 euros en otra de la misma entidad. Y la mitad de una cuenta del BBVA: su parte asciende a 2.872 euros.
El hasta ahora gerente, Jordi Martí, posee el 50% de una casa rural en Maià de Montcal, en la Garrotxa, con una hipoteca que no aparece detallada, así como 5.600 euros de saldo en el BBVA y 32.000 en Fiare banca ética. Como gerente, Martí cobraba 4.530 euros mensuales. Como concejal percibirá los 2.200 que marca BComú. Janet Sanz tiene un Volkswagen Golf del 2002 comprado en el 2015, 500 euros de saldo medio en La Caixa y 10.000 euros en Triodos Bank.
El ganador de las elecciones y perdedor del gobierno, Ernest Maragall, posee el 50% de una casa en Bellver de Cerdanya (2004), la mitad de un piso en Barcelona (2006) por el que adeuda 54.553 euros y la mitad de otro en Sant Vicenç de Montalt (2007). Tiene 36.000 euros en un plan de pensiones y cerca de 20.000 euros en cuentas bancarias. Su número dos, Elisenda Alamany, declara un Peugeot 108 y 7.000 euros de saldo medio en el BBVA.
En JxCat, Elsa Artadi solo cita su saldo medio bancario en La Caixa: 112.231 euros. Ferran Mascarell sí tiene coche, un Mercedes GLC 250 del 2018, y 389 euros en acciones de Endesa, un seguro de vida (Vida Caixa) de 197.000 euros y 5.000 euros en cuentas bancarias, al margen de una vivienda comprada en 1995.
El socialista Jaume Collboni tiene dos viviendas en Barcelona. Por una, del 2009, adeuda 298.779 euros y por la otra, de 1999, 113.188 euros. Declara un párking, una Suzuki 250 de hace 20 años, un Volkswagen EOS y 5.000 euros de saldo en La Caixa. Como Colau, Valls no tiene ni coche ni piso. Su saldo medio es de 13.268 euros en La Caixa y de 2.007 euros en BNP-Paribas.
La hipoteca más alta
No está claro que la hipoteca más alta del mandato sea, como dice ERC, la que Colau abonará a Valls. Es la que paga Mari Luz Guilarte, presidenta del Ciutadans: 328.370 euros por una vivienda (2017) en Barcelona. A algunos, el consistorio les ofrece regresar a la política, pero también a la actividad remunerada: hasta fichar por Valls, y luego dejarlo, Celestino Corbacho –un Citroën C-5 del 2010, la mitad de una casa, de un trastero y de un párking en El Vendrell– cobraba la pensión de jubilación.