Torra, a los Mossos: «Las libertades están por encima de todo»
El ‘president’ alude al ‘procés’ en la graduación de la primera promoción de policías en siete años
Quim Torra estaba acabando un discurso de seis minutos y medio dedicado a los 454 nuevos agentes de los Mossos d’Esquadra y los 350 policías locales que ayer se graduaron en la escuela de policía. Ya había entrado en el tramo final, con muestras de agradecimiento a los nuevos policías y a sus familias, y comenzaba a parecer posible que en un acto de los Mossos encabezado por el presidente de la Generalitat no hubiera alusiones al ‘procés’. Lo parecía, pero no lo fue. La postilla ‘procesista’ de Torra llegó tras los agradecimientos: «Recordad siempre que por encima de todo están las libertades civiles y democráticas, valores de los que a partir de hoy vosotros sois sus garantes».
Sería una frase sin más importancia si no fuera porque, para Torra, quien ataca las libertades civiles y democráticas es el
Estado y, en concreto, la justicia española. También porque al pedir a los nuevos mossos que «recuerden siempre» que no hay nada que esté «por encima» de las libertades democráticas, lo que sugiere es que el resto de ordenamientos jurídicos (los de la justicia española, se entiende) están por debajo, la misma premisa que llevó a la policía catalana al ojo del huracán judicial con el referéndum unilateral del 1-O.
El nuevo jefe de los Mossos, Eduard Sallent, nombrado bajo la sospecha de que había sido elegido por su perfil indepedentista, quiso dejar claro hace dos semanas que todo cuanto diga un juez «es sagrado» y que su obsesión será la de tratar de que los Mossos se queden al margen de la política. Pero Torra siempre tiene otros planes, que pasan por situar a la policía catalana en el centro de la política.
En contraposición al presidente de la Generalitat: el final del discurso que hizo Pol Romero, el mosso que intervino en nombre de los 800 que se incorporan al servicio. Se despidió afirmando esto a la ciudadanía: «En la calle, defenderemos vuestros derechos». Nada más.
REACCIÓN DISPAR La coletilla final de Torra fue recibida por los familiares que habían asistido al acto de graduación de sus parientes con división de opiniones. Estaban los que aplaudieron y los que dejaron las manos quietas. Y motivos para aplaudir los tenían todos: sus seres queridos estaban a escasos segundos de ser oficialmente policías después de un largo periodo de formación. Y, no menos importante, con las palabras del ‘president’ finalizaba un acto de casi dos horas celebrado bajo un sol de justicia. Aun así, la mitad de los presentes no aplaudió.
Torra mediante, los 800 nuevos agentes, poco antes de las 12.00 horas, lanzaron su gorra al aire componiendo una imagen que hacía siete años que no se veía en el Institut de Seguretat Pública de Catalunya (ISPC), una buena noticia para un cuerpo policial atenazado por la falta de efectivos. Y tras ese tradicional gesto, como era costumbre, se desataron los abrazos y las muestras de júbilo.
RECUERDO A FORN El ‘conseller’ de Interior, Miquel Buch, destacó que esta nueva promoción de mossos será recordada por ser la que se graduó en el año en el que la policía autonómica conmemoraba el tricentenario del embrión del cuerpo catalán. Buch, como Torra, tuvo palabras de recuerdo para Joaquim Forn, su antecesor en el cargo, que se encuentra en prisión preventiva desde hace año y medio por el 1-O, porque debería haber sido él «quien tendría que estar hoy aquí», indicó.
El curso de formación básica para policías 2018-2019 se inició con 893 alumnos, de los que 804 se licenciaron ayer. De los nuevos 454 mossos, 130 se integrarán inicialmente en la región de Barcelona, un centenar en la de Girona, 77 en la de Tarragona, 59 en la región metropolitana del sur de Barcelona, 31 en la de las Terres de l’Ebre y 26 en la región metropolitana del norte de Barcelona.