Luis Enrique lega la Roja a su ayudante Robert Moreno
Luis Enrique se hace a un lado y la federación de Rubiales entrega la selección a Robert Moreno, amigo y ayudante del asturiano durante nueve años
Al fondo, pero visible, muy a flor de piel, se palpaba el dolor, el viacrucis, la incertidumbre de ese problema familiar que tiene atenazado a Luis Enrique Martínez, hasta ayer seleccionador español de fútbol. A él y a toda su familia. Era evidente que no se podía seguir así. Era cristalino que Luis Enrique no podía, por más que quisiera, tener la cabeza y, peor aún, su corazón, dividida porque, aunque no se sepa («os continuo agradeciendo lo discretos que estáis siendo con este caso», repitió Luis Rubiales, presidente de la federación, ante decenas de periodistas), el problema es tan grave y doloroso que requiere de la ayuda y empuje de toda la familia del ya exseleccionador.
Luis Rubiales PRESIDENTE DE LA FEDERACIÓN
«Ni Molina ni yo hemos pensado en nadie más que no fuera Moreno. Robert significa continuidad»
José F. Molina DIRECTOR DEPORTIVO
«No podemos tener mejor opinión humana, técnica, profesional y de resultados de este cuerpo técnico»
LA REUNIÓN DEL 18-M / Así que Luis Enrique, que mantuvo una reunión en su casa de Barcelona, el 18 de mayo con Rubiales y José Francisco Molina, Moli para todos, («aquel día solo le mostramos nuestro apoyo en todo lo que hacía y más», señaló el director deportivo de la federación), ha decidido presentar su dimisión o hacerse a un lado («las puertas de esta federación, como no puede ser de otra manera, siempre estarán abiertas para nuestro amigo», señaló Rubiales) y permitir que la federación siga su camino con otro mister.
Pero, tal y como comentaron Rubiales y Moli en la conferencia de prensa de ayer, en Las Rozas, la ciudad deportiva de España, «no será otro camino, no, será el mismo camino, con el mismo equipo, que ya habíamos contratado y del que no podemos tener mejor opinión humana, técnica, profesional y de resultados», señalaron al unísono los dos dirigentes. «Es por ello que, en cuestión de 12 segundos, Moli y yo nos pusimos de acuerdo en que no había mejor fórmula para sustituirlo y seguir apostando por su proyecto, que darle las riendas a Robert Moreno, que es la continuidad del equipo de Luis Enrique».
Era evidente que Moreno, de 41 años (ocho menos que Lucho) iba a aceptar, entre otras razones porque lleva «desde los 14 años dirigiendo a equipos de fútbol y sabía que, un día u otro, acabaría entrenando a un gran equipo y, mira por donde, será España. Me duele que la oportunidad llegue de esta manera», dijo. Ni que decir tiene que Moreno, que lleva nueve años junto a Luis Enrique («soy una esponja, me he aprovechado de él para aprenderlo todo y, lo que no me enseñaba, se lo preguntaba»), que entró en el Barça B, siguió en La Roma, Celta, Barça y selección, después de sus inicios en la Penya Blaugrana Collblanc, L’Hospitalet, Castelldefels y Damm, aseguró que el de ayer era «un día agridulce» porque se alejaba de un amigo, que necesitaba resolver otros problemas más serios, y le caía la responsabilidad soñada.
CARTA DEL EXSELECCIONADOR / Mientras todo eso sucedía en Las Rozas, el ya exseleccionador hacía pública una carta de despedida: «Debido a que los motivos que me impidieron desarrollar con normalidad las funciones como seleccionador desde el pasado mes de marzo continúan a día de hoy, he decidido dejar dicho cargo. Todo mi agradecimiento a los responsables de la RFEF por la confianza y la comprensión mostrada. Agradecer especialmente a todas las personas que forman parte del staff y los jugadores por su profesionalidad. Sin olvidarme de los medios de comunicación por vuestra discreción y respeto por la situación. Gracias de corazón».
Rubiales dijo que «en ningún momento» dudaron sobre cuál debía ser el recambio. Que en ningún momento pensaron en técnico alguno. Es más, ante la posibilidad (o insinuación) de que Moreno siguiese contando con los consejos (externos) de Luis Enrique, el presidente de la federación ni siquiera dejó responder al nuevo seleccionador esa pregunta: «Señores, empieza una nueva era. Dentro del mismo proyecto, pero una era en la que el que toma las decisiones, todas, es Robert Moreno». Eso sí, Moreno señaló: «ya he tomado decisiones serias estos días y lo he hecho con el libro de estilo que aprendí de Luis Enrique». Pero, eso sí, dijo que si lo necesita, no le temblará el pulso para recurrir al consejo de su amigo.