ELECCIÓN INTERNA EN EL REINO UNIDO La tercera votación ‘tory’ da una nueva victoria a Johnson
El exministro de Exteriores y exalcalde de Londres se perfila como sucesor de May LONDRES B Boris Johnson, a la salida de su casa, ayer. EFE / ANDY RAIN
oris Johnson avanza imparable hacia Downing Street, la residencia oficial del primer ministro británico, que pronto será su casa si el viento sigue soplando a su favor como hasta ahora. En la tercera votación por el liderazgo conservador, celebrada ayer, Johnson aumentó aún más su ventaja al lograr 143 votos (+17), obteniendo así el 46% del total de papeletas del grupo parlamentario tory.
El exalcalde de Londres, que ayer cumplió 55 años, se ha beneficiado del apoyo del exministro para el brexit Dominic Raab, eliminado en la ronda anterior. Ayer el derrotado fue Roy Steward, con 27 votos (-6), que siempre se ha considerado un candidato marginal, sin posibilidades reales de llegar a la final.
Las malas lenguas daban a entender que los partidarios de Johnson habrían dado el día anterior algunos votos tácticos a Steward con la intención de deshacerse así de Raab, un competidor más peligroso. Los dos hombres comparten la visión de un brexit duro.
Tras Johnson, pero a gran distancia, quedaron Jeremy Hunt con 54 votos (+8), Michael Gove con 51 (+10) y Sajid Javid con 38 (+5). Algunos rumores apuntaban a que este último podría decidir abandonar la competición, dadas sus pocas posibilidades de triunfo. En todo caso, tras las votaciones de hoy se conocerán los nombres de los dos finalistas, por los que habrán de pronunciarse los militantes. Johnson tiene asegurada la plaza y la disputa por el segundo puesto será entre Hunt y Gove.
Los aspirantes participaron el martes en un debate en la BBC que dejó la impresión de que ninguno de ellos tiene una ruta para dar con la salida al brexit. Johnson consideró «eminentemente factible» que el Reino Unido se marche el 31 de octubre, pero el tono sonó menos tajante que otras veces.
También fue evasivo a la hora de dar detalles de cómo piensa resolver el problema de la frontera en Irlanda del Norte, limitándose a decir que los detalles debían trabajarse durante el periodo de transición después de que el Reino Unido deje la Unión Europea.