Puigdemont y Mas solo pactan reforzar la marca JxCat
Los ‘expresidents’ acuerdan buscar «una estructura eficaz»
La cumbre de cuatro horas en Waterloo entre dos de los principales líderes del espacio posconvergente, los ‘expresidents’ Carles Puigdemont y Artur Mas, finalizó ayer sin grandes acuerdos. Ante el malestar de cuadros del PDECat después de los resultados de las elecciones generales y municipales, Puigdemont y Mas solo coincidieron en la necesidad de «reforzar» la marca Junts per Catalunya y en que tenga «una estructura operativa y eficaz».
Había cierta expectación en torno al encuentro después de que otra reunión, el pasado martes, entre Puigdemont y varios alcaldes y concejales provocara una nueva incomodidad entre los que no fueron convocados. Pero del encuentro entre el último ‘expresident’ de la Generalitat y Mas no salió ninguna propuesta detallada de cómo debe afrontar el futuro ese espacio, hoy dividido entre JxCat, el PDECat y la Crida.
Según fuentes conocedoras de la reunión, tampoco está claro que se vaya a celebrar un congreso en julio para poner orden. Sí parece claro que, a partir de ahora, la voluntad es que sea la marca de JxCat la que aglutine a todos con «un proyecto de país claro con vocación de centralidad, y con una sigla consolidada que refuerce e incremente la confianza recibida en este ciclo electoral».
Durante la reunión se trataron otros tres temas. Pese al malestar
de decenas de cuadros del PDECat por los resultados en sus localidades –desastrosos, por ejemplo, en el área metropolitana de Barcelona–, las fuentes oficiales subrayaron «la consolidación y, en términos generales, el avance del proyecto soberanista catalán», a pesar de que tras el ciclo electoral la impresión general es que Esquerra se ha consolidado como partido hegemónico del independentismo.
Puigdemont y Mas también hablaron sobre el juicio en el Tribunal Supremo contra los presos independentistas, y de las repercusiones sociales que podrían tener las sentencias. Además, se abordó la puesta en marcha del nuevo Parlamento Europeo y «las posibilidades de que los diputados electos catalanes, estén en la cárcel o en el exilio, puedan ejercer su responsabilidad», según las mismas fuentes.