8.000 madres recibirán el IRPF por maternidad
Hace unos días, desde el ministerio de Trabajo se exigió que el gobernador del Banco de España,
pidiera perdón por las opiniones sobre los efectos de la subida del salario mínimo interprofesional. Hice dos lecturas diferentes de la noticia. La primera, de rechazo por la osadía de un cargo político, que hace lo que puede en el lugar que ocupa y sabe lo que sabe habida cuenta de la manera en que se la ha elegido --políticamente y de partido-, frente a una persona que además de la responsabilidad actual acumula un bagaje de conocimientos en un servicio de estudios de competencia probada, especialmente si la comparamos con los gabinetes ministeriales.
La segunda fue a favor de la autonomía del Banco de España, ahora sí, ya que el reproche mostraría que si la ministra quería dominar la opinión del Banco en el tema, esta vez no lo logró. No seré yo quien defienda los nombramientos pasados y presentes de gobernadores. Ni los consejeros. Los primeros serán nombrados por el presidente del Gobierno para un mandato que sobrepasa el ciclo político y que, a duras penas, puede sobrevivir una alternancia de gobiernos. De los seis consejeros, sin ser una regla escrita, tres acaban siendo propuestos por el partido en el Gobierno, dos por quien está en la oposición, y un periférico, o «cuota catalana» se le llamaba en el bipartidismo.
Ya en su momento escribí soBanco
bre la deficiencia de este procedimiento, y en concreto, la mala jugada que era para el actual gobernador que el PP (el Gobierno, perdón) lo nombrara a dedo. En un país normal lo hubiera hecho una comisión del Parlamento, con una comparecencia de la que hubiera salido sin duda con buena nota, y sin el sambenito de la mala causa de quien políticamente, lo designó.
El tema de la autonomía del viene de lejos. Recuerdo cuando estudiaba un movimiento encabezado por un catedrático de Derecho Financiero que escribía contra ella. Exigía desde postulados supuestamente democráticos que los presupuestos de la entidad fueran aprobados en el Parlamento, intervención y contabilidad pública en la su actuación, y estatuto personal funcionarial. Y de actuación con criterio propio, nada de nada.
Estando en el Banco entendí que la autonomía a la que aspirábamos nunca sería independencia. La actuación debe situarse en los ámbitos que marca el estatuto de creación de Banco. Fuera de este marco competencial no puede ejercer discrecionalidad arbitraria. Así lo intentamos muchos de los que hemos sido miembros de su órgano de gobierno. Con todo, sin embargo, el tentáculo político es muy largo y en un régimen presidencialista como el que permite el ente regulador, nombrar un gobernador, aunque luego sea difícil de cambiar, puede dejar peajes de agradecimiento eterno.
Y el poder ejecutivo siempre puede pensar que los que sirven a la institución son sus subalternos. Recuerdo muy bien cuando en época de
y, en sesión plenaria, me pasó él mismo una nota con una noticia en la que el ministro de la época,
me ponía a parir por una opinión sobre el mercado laboral. No hace ninguna gracia que te sitúen en el pim pam pum político sin buscarlo.
Pero pedir perdón por una opinión dada desde el estudio y no la improvisación, desde la tranquilidad y no con el griterío del debate partidista, no procede nunca para quien actúe en su marco de autonomía y hable con independencia de criterio. Y menos exigirlo desde los medios. El tiempo siempre acaba poniendo a cada uno en su lugar, a pesar de la dificultad personal que se pueda vivir en momentos determinados. Hacienda devolverá el IRPF de maternidad y paternidad a alrededor de 8.000 madres y padres «pioneros» que tributaron por estas prestaciones entre los años 2014 y 2017, y a quienes la Agencia Tributaria denegó la devolución al pedirla antes de la sentencia del Tribunal Supremo que dejó exentas estas prestaciones. Según la ministra María Jesús Montero, se devolverán entre 10,5 y 11 millones a estas personas que se vieron inmersas en una especie de limbo jurídico .
Las afectadas y afectados deberán solicitar el reintegro a través de un formulario en la página web de la Agencia Tributaria. Además, también aquellas prestaciones de años anteriores al 2014 en los que eventuales recursos interpuestos hubiesen interrumpido la prescripción «el tiempo suficiente como para que aún no se hubiesen cumplido los cuatro años» que marca la ley podrán pedir la devolución del IRPF , pero en ese caso lo harán por registro electrónico o presencial en las oficinas de Hacienda. «Es una solución favorable para el 100% de los casos estatales», dijo Montero.