Hallado el cadáver de una mujer en el jardín de su ex
Mònica Borràs, vecina de Terrassa, desapareció el 7 de agosto del 2018 El detenido, de 54 años, explicó que su expareja se había ido tras una discusión BARCELONA L EFE / SUSANNA SÁEZ Momento de la detención del sospechoso, ayer en Terrassa.
os Mossos d’Esquadra detuvieron ayer a Jaume Badiella, vecino de Terrassa de 54 años, por el homicidio de Mònica Borràs, su expareja, de 49 años, que desapareció el pasado 7 de agosto del 2018. Por la tarde, investigadores de la Unitat Central de Persones Desaparegudes hallaron, gracias a un radar, un cadáver enterrado en el jardín de su domicilio, ubicado en la calle Voltas de la población vallesana. Todos los indicios apuntan a que la autopsia que se practicará al cuerpo certificará en las próximas horas que se trata de Borràs.
Había sido el propio Badiella quien denunció la desaparición de la mujer hace 10 meses. Los Mossos pidieron entonces la colaboración ciudadana para dar con ella y se inició una campaña por redes sociales. Badiella relató al diario El Punt Avui que Borràs, expareja sentimental pero todavía compañera de piso, se había marchado tras una discusión. Y que, tras aquel portazo, no había vuelto a saber de ella.
Informático de profesión, Badiella había estudiado en el colegio Tecnos del municipio, según recoge el portal Món Terrassa, y tenía un aspecto de «científico despistado». En la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), además de la especialidad de Informática, se había formado como filólogo.
Del balcón de su casa, mientras los agentes de la policía catalana escudriñaban el jardín esta tarde, seguía colgando una pancarta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC). Algunos de sus compañeros en la plataforma independentista seguían atónitos ante el desenlace de la desaparición de Borràs. «Desde el primer día actuó como si no ocurriera después de aquella supuesta marcha tras la discusión con Badiella. Y los indicios policiales se fueron concentrando alrededor de una hipótesis que ahora la autopsia podrá confirmar: la mujer nunca salió de casa. Lo que la policía autonómica trata ahora de averiguar es si Badiella la mató y después la enterró en el jardín de su casa. A partir de ese instante denunció la desaparición y ocultó el secreto incluso a las personas más próximas, que atribuyeron el nerviosismo que sí mostró con alguno de ellos a que su expareja seguía sin aparecer.
El juez que dirige la investigación mantiene el secreto de sumario en relación con el caso. Hoy está previsto que los agentes a cargo del caso regresen al domicilio que Badiella y Borràs compartían para seguir con unas pesquisas que todavía no han finalizado.