Rescate de un cómic colectivo
suma ‘Amor en Vallvidrera’ a su colección y anuncia más adquisiciones del ‘underground’
Es una imponente historieta gigante de 15 metros de largo (280 cm x 2400 cm), titulada Amor en
Vallvidrera, repleta de incorrección política y crítica con la sociedad de la época, de la que no se salvaban ni conservadores ni progresistas. Un cómic colectivo de gran valor histórico y artístico que en 1980 autores del underground barcelonés e impulsores de la movida madrileña de la talla de Peret, Gallardo, Roger, El Hortelano, Mariscal, Max, Montesol, Isa Feu, Roger, Martí y (fotos de) Ouka Lele realizaron en vivo con motivo del 13º aniversario de la escuela de diseño Eina en la vanguardista Galeria 13 de Barcelona. Ahora, gracias a la donación de Joan Ramón Guzmán, editor cercano al grupo, verá de nuevo la luz y lucirá en la colección del MNAC, según anunció ayer su director, Pepe Serra. La obra se presentará al público tras el proceso de restauración y no estará sola, pues los responsables del museo avanzaron que están en tratos con algunos autores para adquirir también algunas de las piezas de la recién inaugurada exposición de El Víbora.
Una muestra, fruto de la colaboración y sinergia del MNAC con Ficomic, organizadores del Cómic Barcelona y el Salón del Manga. El museo viene apostando por la historieta desde que se incluyó en el plan estratégico del 2012, recuerda Serra, que defiende la ruptura de barreras entre la cultura popular y la alta y baja cultura y la consideración del cómic como arte y patrimonio a proteger y conservar.
Ante la reciente compra de archivos y originales del underground barcelonés, con obras de Nazario, Ceesepe o Montesol, por parte del Archivo Lafuente de Santander, insiste en que «si un particular compra fondos al por mayor pero luego los pone a disposición de todos y está abierto a préstamos», no es algo malo, pero apunta que la labor del museo es «coleccionar obras con un criterio de selección». «El problema no atañe solo al cómic, sino a todo el patrimonio cultural», opina el director del MNAC,
y aunque también «depende de la voluntad de cada autor» y «los recursos para adquirir son pocos», espera que esta fuga de cómic sirva para que las administraciones –la Generalitat, aunque también apeló a «la responsabilidad del Ayuntamiento de
Barcelona»– reaccionen invirtiendo igual que lo hicieron tras la fuga del archivo Centelles para adquirir fondos fotográficos como el de Joan Colom o el de Oriol Maspons. «Si no adquirimos, no tendremos memoria y no podremos explicarla», concluye. ☰
«Si no adquirimos, no tendremos memoria y no la podremos explicar», avisa el director