El pregón más inclusivo
Cuatro chicas con discapacidad intelectual darán el discurso de apertura
Cristina iba a un colegio «nor
mal». Y cuando le preguntan a qué se refiere con normal, arquea una ceja, extrañada. «Pues con niños normales. Por eso me costó asumir que tenía
discapacidad». Allí no le facilitaron clases de apoyo, y apenas jugaba al baloncesto. Paola no recuerda cuándo empezó a entrenar, pero sabe qué fue lo
que cambió desde que entrena en el equipo femenino de la Associació Catalana d’Integració i Desenvolupament Humà (acidH), en el barrio de Gràcia: « Pasé de estar sola ante una canasta a formar parte de un equi
po », recuerda. Su compañera Xènia tiene claro lo que ocuría en aquellas escuelas del principio: «No nos entendían».
En Gràcia, cuentan, han evolucionado como jugadoras y co
El juego en equipo es una de las ideas que estas jóvenes ensalzarán en su intervención
mo personas. Ellas han estudiado en este distrito de Barcelona, y ahora será su orgullo pregonar a los cuatro vientos lo que allí aprendieron.
Porque mañana, Cristina Pandis, Paola Manjon, Xènia Galtés y su compañera Noèlia Bautista serán pregoneras en la Festa Major de Gràcia, en un año en el que el feminismo y la inclusión simbolizan las fiestas del lugar. Se trata de una gran portunidad para ellas, pero también de un reto, ya que no están acostumbradas a hablar ante multitudes. Aunque, eso sí, están más « contentas » que nerviosas. « Aguantamos un mes sin contárselo a nadie hasta que se diera la noticia de forma oficial », confiesa Paola. Por ahora, ensayan su intervención haciendo bolos en algunos locales. No quieren contar mucho para no romper la sorpresa, pero han dado algunas pistas sobre lo que deparará el pregón.
Lo primero, el juego en equipo: forman parte del equipo femenino del acidH-Lluïsos para personas con discapacidad leve. Xènia y Noèlia han sido campeonas de torneos nacionales de los Special Olympics, mientras que Cristina y Paola jugaron a nivel internacional en Abu Dabi. El hecho de tener «inteligencia limi
tada» no les impide desarrollar su vida con normalidad ni relacionarse, aunque requieren de apoyo y comprensión. Por este mismo motivo, el deporte fue esencial para ellas.
Deporte contra timidez
«Yo era una persona mucho más tímida –cuenta Xènia–, pero al llegar aquí empecé a conocer a gente, a entrenar más y ahora, simplemente, me divierto». AcidH valora que quienes ingresan en la escuela realicen muchas extraescolares deportivas. De esta forma, no solo se fomentan sus habilidades físicas y sociales, también trabajan sus relaciones personales y, sobre todo, aprenden a no aislarse, ya que cuando están en un equipo notan que sí pueden jugar con el resto, que competir no es tan malo, y que pueden atreverse. Esto, a veces, supone para ellas un hallazgo novedoso, ya que rara vez encuentran referentes con los que identificarse.
Ni en Campeones han hallado esos ansiados referentes. El último largometraje de Javier Fresser visibiliza el problema,
«que ya es algo», pero no todas se veían « reflejadas » con los personajes. Eso sí, encuentran esencial que en esta película, la clave subyace en el final, que revela cómo quien realmente vive un proceso de aprendizaje es el propio entrenador –interpretado por Javier Gutiérrez–, que tiene que conseguir empatía y darse cuenta de que los jugadores de su equipo tenían capacidades de las que él mismo carece.
Volviendo al pregón, Cristina apunta que este versará sobre el «desarrollo» de una persona «hasta que llega a formar un verdadero equipo». Un discurso que, apunta Xènia, se tratará sobre todo de ellas mismas.