Renzi y el M5S frenan la maniobra electoral de Salvini
►El PD y los populistas tantean un frente para tumbar al líder ultra
El Senado de Italia, convocado de forma extraordinaria durante las vacaciones, rechazó ayer el voto inmediato de una moción de censura contra el primer ministro, Giuseppe Conte, presentada paradójicamente por el viceprimer ministro y ministro del Interior del mismo Ejecutivo, Matteo Salvini. El rechazo se produjo porque en el momento del voto se expresó una nueva mayoría en la Cámara integrada principalmente por el Partido Demócrata (PD) y los antisistema del Movimiento 5 Estrellas (M5S), este último miembro del Gobierno.
La nueva mayoría había sido reclamada una hora antes de la votación, en «una llamada a todos los partidos», por Matteo Renzi, exprimer ministro y actual senador por el PD, que está impulsando una alianza con el M5S para desalojar del poder al líder de la ultraderchista Liga. «Salvini, dimita y vuelva a tomar mojitos», dijo Renzi en referencia a las recientes vacaciones del ministro del Interior. En una sala repleta de periodistas pidió un «Gobierno institucional o como queramos llamarlo», dijo, para «escribir una nueva página de la historia italiana».
AGENDA ELECTORAL No todos los progresistas del PD siguen a Renzi en esta línea, aunque todos los que estaban presentes –algunos acababan de iniciar sus vacaciones en otra parte del mundo– votaron contra la Liga. Se trata del primer paso de una agenda electoral que nadie sabe si llevará a elecciones anticipadas o a un ejecutivo de transición, o a otro que termine la legislatura.
Por de pronto, una vez rechazada la «prisa» de Salvini para ir a las urnas –encabeza las encuestas con cerca del 40% de los votos–, Conte se presentará ante el Senado el próximo día 20. Tras defender la actuación de su Gabinete, debería producirse el voto sobre la moción de censura, aunque las complejas alquimias
La prisa de Salvini por ir a las urnas se debe en gran parte a los buenos
resultados que le auguran los sondeos
italianas podrían ir por otros derroteros. Conte podría dimitir sin esperar el voto de la moción, o encajarla y quedarse como primer ministro en funciones, mientras que el presidente de la República, Sergio Mattarella, podría explorar si en el Parlamento existe otra mayoría política, alternativa a la de Liga y el M5S. Mayoría que, ayer, se formó.
SALIDAS DE TONO El plato fuerte de la sesión parlamentaria debían ser los 10 minutos concedidos a Salvini. Siete ministros de la Liga no estaban en el banco del Gobierno y el mismo Salvini habló desde un escaño de senador. Desde el principio se advirtió que no tenía argumentos para sacar adelante su moción y para unas elecciones inmediatas, ya que empezó a provocar al hemiciclo con el bronceado de los progresistas y otras salidas de tono.
«No existe nada más bello que dar la palabra al pueblo», dijo, subrayando «el terror que siente Renzi por el voto». Tras dedicar varios minutos despectivos a Renzi, Salvini destacó la cantidad de empresarios que le están pidiendo «el voto inmediato» y después puso la baza gorda sobre la mesa. «¿Los del M5S piden que antes del voto se recorten los parlamentarios? Pues, bien, acepto el desafío», dijo, mirando al hemiciclo como si hubiese pronunciado la palabra mágica. «¡Pero después, elecciones inmediatas!», añadió, pasando la pelota al campo de sus socios de Gobierno.
El recorte de 345 parlamentarios ya forma parte del programa de gobierno y su aprobación ha pasado positivamente tres de las cuatro lecturas parlamentarias previstas para los cambios en la Constitución. De no producirse la cuarta, se convocaría un referéndum.
El representante de los progresistas, que habló inmediatamente después del ministro ultraderechista, también hizo referencias irónicas al bronceado de Salvini «gracias a sus largas semanas de vacaciones» y a sus «históricas bajas en Interior, en el Parlamento, en la Eurocámara cuando estaba en ella... ocupado en una campaña electoral perenne», ironizó Renzi.