Operación rescate en el Grec
Carme Portaceli presenta `No passa cada dia que algú ens necessiti...', obra «apocalíptica pero alegre», con 18 actores La directora busca ayudar a profesionales del teatro y transmitir un mensaje de esperanza
A Carme Portaceli le van los desafíos. Cuando le ofrecieron montar algo para el Grec, con poco tiempo para desarrollarlo y con distancias de seguridad entre actores, no lo dudó. Aceptó el reto de Cesc Casadesús, director del festival, con ganas de inventar algo distinto y de ayudar a tantos intérpretes como pudiera ante la delicada situación del sector cultural tras meses de parón y sin agilidad de respuesta por parte de la Administración.
El resultado es un montaje ambicioso con 18 intérpretes –habrá música de The Sey Sisters, coreografías de Sol Picó, actores como Carme Conesa y Nao Albet, y conexiones con creadores europeos–, creado a partir de una selección de textos extraídos de autores muy diversos con un guiño a Beckett en el título: No passa cada dia que algú ens necessiti (de fet, no és gens habitual que algú ens necessiti), un frase de Vladimir en Esperando a Godot. El montaje se podrá ver hoy y mañana en el Teatre Grec.
Texto de Camus
Su nueva creación poco tiene que ver con la prevista adaptación de La casa de los espíritus, de Isabel Allende, que se verá la próxima temporada en el Grec a Grec, con las nuevas producciones que no se han podido estrenar en el festival de verano de Barcelona debido a la pandemia.
Un texto de Albert Camus sobre el absurdo de la vida ayuda a articular No passa cada dia que algú ens necessiti, un montaje en clave filosófica y existencial a través de una selección de textos de autores como Angelica Liddell, Bernard-Marie Koltés, Charlotte Brontë, Jorge Luis Borges, Caryl Churchill, William Shakespeare, Magda Fertacz, Oscar Wilde y Daniel Dafoe. «Hemos ensayado de maneras imposibles con el fin de poder montar esta obra con 18 intérpretes, estando juntos pero manteniendo distancias y con mascarilla en los ensayos. El primer día fue muy marciano», reconoce la directora. «La base es la palabra, hay más lecturas que nada porque no había tiempo para más», reconoce Portaceli, que ha dirigido premiados montajes como Només són dones, en el TNC, y Jane Eyre, en el Lliure. Ya conoce el Teatre Grec, donde ha montado obras como Prometeu.
Este año hablará de «las esperanzas y los miedos del ser humano» en una propuesta «apocalíptica pero alegre» surgida a
raíz del confinamiento. Una reflexión fruto de todo lo ocurrido desde que el virus alteró nuestras vidas. «El espectáculo incide en la importancia de la cultura pero por encima de todo, incide en el arte de vivir que es el más importante de todos».
Pila Bausch
Portaceli ha creado algo distinto, un género difícil de etiquetar, pues contiene elementos muy diversos. Hay algo de musical gracias a las Sey Sisters. que actúan y cantan en el montaje. pero también hay teatro, poesía y mucho de teatro documento, porque se alimenta de muchas vivencias de los propios intérpretes y creadores. «Es como un juego, un estallido de expresividad», afirma Portaceli. Después de estos meses de confinamiento ha notado cómo todos los intérpretes están dando lo mejor de sí, comenta la directora, encantada con la tremenda energía de todos ellos. Tanto es así que hasta bailarán una coreografía todos juntos. «Hay un pequeño homenaje a Pina Bausch», añade en referencia a la irremplazable coreógrafa alemana fallecida en el 2009.
La escenografía
La escenografía es de Paco Azorín, colaborador habitual de Portaceli, concebida como si fuera un laberinto y creada con las tarimas que se utilizan en el Grec. Es tan esencial y simbólica que las marcas que utilizan para no superar las medidas de seguridad protocolarias se han incorporado al espectáculo.
afirma, «incide en la importancia de la cultura y, sobre todo, en el arte de vivir»