Pausa dentro de la pausa
FESTIVAL NITS DEL PRIMAVERA
Ferran Palau detuvo el tiempo en el Parc del Fòrum con el pop hipnótico de `Kevin'
Ferran Palau culminó el concierto con esa canción nueva, nacida en confinamiento, llamada Cel clar, en la que se confiesa perdido y ahogado por la calma, y suspira por el amparo último del amor. Su música es, a su vez, la bolsa de quietud dentro de la quietud, un doble fondo en nuestra nueva realidad que este jueves, en el anfiteatro del Parc del Fòrum, nos brindó un bonito lugar en el que vivir y esperar a que amaine la tormenta invisible.
El último ciclo de discos de este miembro de Anímic representa, recordémoslo, un alto eslabón de nuestra escena pop, y ahí estuvo la entrega más reciente, Kevin (2019), con sus nueve canciones recorridas una a una, en pulcra sucesión, en el estreno de las Nits del Primavera (dentro de las Nits del Fòrum). Sesión que contó con una cómplice de altura en Anna Andreu, con una cata del álbum Els mals costums
en su diáfana desnudez: guitarra eléctrica impresionista, batería (su única cómplice, Marina Arrufat) y su voz esbelta realzando esas canciones hechas de metáforas naturalistas, como en El part, La riuada o Torrent sanguini.
Con la turbación existencial de Estrany, bastante oportuna («ei, soc al bell mig d'una tempesta / desorientat entre elements»), se abrió paso Ferran 33
Núria Graham se sumó como invitada inesperada a una velada de temple metafísico
Palau a golpe de blues cósmico en cámara lenta, camino de la dulce hipnosis de Kevin y Univers, entre proyecciones de nubes algodonosas que bien podrían ser de azúcar. Música flotante, pausa mental dentro de esta pausa del mundo, tejida sin una nota de más por expertos cirujanos: las guitarras, teclados y bajos de Jordi Matas y Dani Comas, y la batería de Joan Pons (El Petit de Cal Eril).
Se sumó una invitada inesperada, Núria Graham, que cantó íntegramente Flor espinada, con el prescriptivo temple metafísico. Fue el pórtico de logros pretéritos como Será un abisme, un Cavall blanc de contornos mágicos a lo Laurie Anderson y ese Cel clar con el que Palau nos vino a decir que es en el interior de nuestra cabeza donde encontraremos la atmósfera más despejada.
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