Duelo depresivo con el descenso a la vista
El Espanyol recibe al Leganés tras 4 derrotas consecutivas
Con el descenso a la vuelta de la esquina el Espanyol y el Leganés se medirán esta tarde en Cornellà en un duelo de cadáveres que se repetirá el próximo curso en Segunda si no lo remedia un milagro. El último y el penúltimo de la Liga protagonizarán un choque depresivo en el que los pericos aspiran, al menos, a abandonar el último puesto. Lo lograrán si tumban a su rival, el único que no ganado tras el parón por el coronavirus.
«Nos tenemos que dejar el alma. Hay que seguir peleando hasta el último resquicio. Salir del último puesto sería un aliciente. Ese tiene que ser nuestro espíritu, nuestra identidad. Pelear al máximo por el club y por la camiseta», reflexionó ayer Rufete, que espera repetir la buena imagen de la primera parte en Anoeta. Luego llegó la descomposición ante la Real y la cuarta derrota consecutiva en una triste dinámica encaminada hacia el primer descenso en 27 años.
Ubicado en la zona de descenso en 32 de las 33 jornadas de Liga (solo estuvo fuera en la cuarta), al Espanyol solo le queda acabar con la mayor dignidad posible. De hecho, sus tres últimos partidos en casa, el de hoy ante el Leganés y los siguientes contra Eibar y Celta, parecen propicios para dar alguna alegría a la afición. «Queremos la victoria. Vamos a ir a por ella con toda nuestra fuerza y energía. Por el equipo y por toda nuestra gente», agregó el entrenador.
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REGRESO DE AGUIRRE Los cuatro batacazos consecutivos han acabado de hundir a un Espanyol que al menos ya no bajará esta jornada. El empate del Celta con el Betis evitó pronto esa posibilidad. «Nos falta un poquito de empuje y confianza. No le hemos perdido la cara a los partidos, eso nos hacer ser optimistas para lograr la primera victoria», valoró Rufete, que dejó fuera de la lista a Naldo. El joven Dani Villahermosa es la única novedad.
En el Leganés no estará su mejor jugador, el lesionado Óscar Rodríguez. En el banquillo se encontrará un viejo conocido, el mexicano Javier Aguirre, que dirigió dos temporadas (2012-14) a los pericos. En la primera llegó en noviembre en lugar de Pochettino. Cogió al Espanyol en el último puesto y acabó el 13º.