El alpinista Mingote pierde la vida en una caída en el K-2, en Pakistán.
El alpinista catalán, que había sido alcalde de Parets del Vallès, pretendía coronar la cima paquistaní por primera vez en invierno.
A más de 1.100 kilómetros de distancia en línea recta, en el Manaslu, se encuentra la expedición del alpinista vasco Alex Txikon. Él pretende hollar la cumbre nepalí en invierno, el objetivo que también perseguía Sergi Mingote, pero en el K2, lejos del Himalaya y de su querido Everest, que había escalado con éxito en dos ocasiones. Mingote encontró ayer la muerte, a los 49 años, tras una caída en recto de casi 700 metros. La expedición de Txikon fue la primera en conocer la trágica noticia, que tuvo la desgracia de transmitir al mundo el periodista de El Correo Fernando J. Pérez, presente en el campamento base del Manaslu.
Mingote, alpinista experimentado, con 11 ochomiles a la espalda y durante siete años alcalde de Parets del Vallès por el PSC, descendía hacia el campo base avanzado del K2, una cumbre de la cordillera del Karakorum, en Pakistán, en una zona considerada bélica por las autoridades del país. El K2, con 8.611 metros, es la segunda montaña más alta del mundo.
Por causas que ayer se desconocían, Mingote sufrió una caída y bajó en vertical casi 700 metros, según informó la expedición de Txikon, que sacó como referencia del accidente los datos que aportaba el racetracker que llevaba Mingote. Se trata de un aparato que indica en tiempo real la situación del alpinista y que recogió al instante la caída sufrida por el alpinista catalán, que iba en compañía del chileno Juan Pablo Mohr. Ambos, la noche anterior, habían pernoctado a más de 6.000 metros de altitud, para buscar la aclimatación e intentar el asalto final al K2. De ahí que descendieran hacia posiciones más suaves, hacia el campamento base avanzado, a 5.300 metros, antes de preparar lo que iba a ser la primera conquista de la montaña maldita en invierno.
Sin oxígeno
Mingote estaba al frente de la expedición Seven Summit junto a Mohr. La dificultad para ambos era todavía mayor ya que pretendían la proeza sin utilizar oxígeno complementario, que sí llevó ayer el grupo de diez sherpas que coronó el K2 casi al mismo tiempo de la caída mortal de Mingote.
¿Por qué fue la expedición de Txikon a más de mil kilómetros de distancia la que dio la noticia? Pues porque el alpinista vasco busca el reto de llegar a la cima del Manas
lu en compañía del italiano Simone Moro, quien está considerado uno de los mejores conocedores del K2 y goza de grandes contactos en Paquistán. Además, es piloto de profesión. «Simone ha removido Roma con Santiago en esos primeros minutos, ha tocado todos sus contactos, incluidos los más altos del Ejército paquistaní. En Pakistán, los rescates son realizados por una empresa que depende del Ejército y siguen unas medidas muy estrictas, como que siempre vuelan dos helicópteros al ser considerado el Karakorum zona de guerra. Mientras uno de los aparatos realiza el rescate, el otro sobrevuela en círculo la zona en previsión de posibles ataques enemigos», explicó el periodista Fernando J. Pérez desde el campamento base del Manaslu.
Las primeras noticias que llegaban a Nepal hablaban de que Mingote se encontraba inconsciente, con múltiples fracturas pero con vida. Por esa razón, y aunque amanazaba el anochecer, se empezó a preparar el operativo de lo helicópteros de rescate. Sin embargo, todo se interrumpió a la siguiente información que llegó a las autoridades paquistanís.
Dispositivo interrumpido
Desde el K2 se informó que Mingote había fallecido por lo que no se trataba de evacuar a un herido sino, por desgracia, a un cadáver con lo que no había prisa y menos para poner en riesgo a los pilotos con la llegada de la noche. La noticia provocó enseguida una cadena de reacciones por la consternación tras la muerte de Mingote.
Sufrió una caída de casi 700 metros mientras bajaba al campamento base avanzado
El rescate se paró cuando el Ejército de Pakistán fue informado del fallecimiento