Desamparados

Los gobiernos, tanto central como autonómicos, han decidido dejarnos caer. El Gobierno andaluz ha dado ayudas puntuales al alquiler de 1.200 euros, pero para la hostelería asciende a 4.000 euros (es un único pago desde marzo, nada y menos, pero algo es algo). Y yo soy hostelera. Pero estoy fuera de toda consideración. Esos 4.000 euros no me incluyen. Todo lo que tiene que ver con hoteles, hostales y pensiones se ha olvidado, menos en sitios concretos como Canarias y Baleares. Nadie se plantea que la mayoría de los alojamientos no hemos podido abrir desde marzo. Ya se venden hoteles y hostales a precio de saldo. Las grandes cadenas y fondos buitre compran hostales y hoteles arruinados, sabiendo que en unos años los abrirán, cuando los pequeños hayamos desaparecido (por cierto, seguimos pagando impuestos aunque no abramos).

Los gobiernos no se dan cuenta (quiero pensar) de que los beneficios netos de estas empresas multinacionales no se quedan donde se generan, ni en la localidad, ni en la región, ni en el país. Están vendiendo parte de nuestra riqueza como país.

Esto es un grito de auxilio ante este desamparo total de las personas que tienen un pequeño negocio de este tipo. Y si siguen sin hacer nada, nuestros hoteles (hablo como ciudadana) ya no serán nuestros nunca más y detrás de cada alojamiento habrá una gran empresa cuyo beneficio se irá incluso a otros continentes.