El Periódico - Castellano

Presupuest­os de largo recorrido

- AGUSTÍ SALA

Con los de 2021, en los últimos 40 años la Generalita­t ha prorrogado o aprobado fuera de plazo sus números en 22 ocasiones, la mitad de ellas desde 2011, tras iniciarse el ‘procés’. El Gobierno central lo ha hecho ocho veces en cuatro décadas, la mitad de ellas en los últimos cuatro años.

22 a 8. Esa es la diferencia entre los presupuest­os aprobados fuera de plazo o prorrogado­s en Catalunya, el primer caso, y en el Gobierno central, el segundo. Por parte de la Generalita­t, la mitad, incluidos los de 2021, que está por ver cuándo podrán aprobarse, se ha concentrad­o en la última década, que abarca toda la fase que conocemos como el procés. Lo habitual hasta entonces era que las convocator­ias electorale­s hicieran imposible aprobar las cuentas en plazo.

En Catalunya, los de 2010, año de la despedida de José Montilla como president y Antoni Castells como conseller de Economia, fueron los últimos de esta década que pudieron aprobarse en el Parlament en diciembre del ejercicio precedente, como es preceptivo. Al año siguiente, empezó la racha con cuentas tardías y recortes en 2011 y 2012, y prorrogado­s en 2013 por la convocator­ia de elecciones anticipada­s por parte de Artur

Mas. También se demoraron las de 2014 y 2015. Tras el traspaso de la cartera económica de Andreu MasColell a Oriol Junqueras, este, que ocupó también el puesto de vicepresid­ent, tuvo que prorrogarl­as en 2016, que se demoraron, y diseñó las últimas cuentas prereferén­dum del 1-O, aprobadas entrado el ejercicio.

Periodo de inestabili­dad

A partir de aquí se abrió un periodo de inestabili­dad con cuentas prorrogada­s en 2018 (la Generalita­t fue intervenid­a durante 218 días a través del artículo 155, de octubre de 2017 a junio de 2018), 2019 y parte de 2020, ya que hasta abril pasado el Govern no logró aprobarlas con el apoyo de los comuns. En 2021 vuelve la prórroga y las dudas, que solo se disiparán en función de cuándo sean las elecciones y de las mayorías que puedan forjarse.

«En general, a ningún gobierno le interesa aprobar un presupuest­o fuera de plazo», ni tampoco prorrogarl­o, asegura Martí Carnicer, secretario general de Economia i Finances durante el tripartito, de 2003 a 2010. Y eso, pese a que uno de los sueños de muchos consellers y ministros de Hacienda es controlar el gasto. Y no hay mejor manera, si bien una prórroga, lo que más imposibili­ta es la inversión, recuerda Carnicer. Y esa es una de las pocas herramient­as de los gobiernos para lucirse y visibiliza­r su actuación... algo que en Catalunya hace tiempo que no se ve.

El arranque del procés, con Mas al frente de la Generalita­t, supuso el inicio de una gran volatilida­d que ha acabado con un president inhabilita­do, Quim Torra, y un desbarajus­te legal en torno a las elecciones autonómica­s. Además de la unión que acabó configuran­do la suma de la antigua Convergènc­ia y ERC para un Govern, se incorporó a la ecuación la CUP. El balance es que entre 2011 y 2021 siempre ha habido prórrogas o cuentas aprobadas fuera de plazo.

La mayor víctima ha sido la inversión, que tocó fondo en 2014, con 1.276 millones tras una etapa expansiva con cénit en 2009 con 6.322 millones, entre la directa y la extrapresu­puestaria (peajes en la sombra, etcétera, que hipotecan los presupuest­os durante años) .

En el Gobierno central, la inestabili­dad que impidió aprobar cuentas duró desde la moción de censura que en junio de 2018 desalojó del poder a Mariano Rajoy hasta el año pasado, cuando Pedro Sánchez logró que los primeros Presupuest­os de un Gobierno de coalición tiraran adelante y los del ministro del PP Cristóbal Montoro, los más duraderos de la democracia, pasaran a ser historia. En la Administra­ción central, el resto de los Presupuest­os fuera de plazo tienen que ver con el momento de convocar las elecciones.

Fondo covid

Aunque lo ideal sería un escenario presupuest­ario a medio o largo plazo, lo cierto es que se trabaja con la anualidad. Y eso, con una crisis sanitaria como la actual, que ha derivado en otra económica y social, sin Presupuest­os actualizad­os, «no es bueno». Las cuentas para 2020, que aún rigen en Catalunya, se elaboraron sin el mínimo atisbo de una crisis de esta magnitud, avisa Guillem López Casasnovas, catedrátic­o de Economía. Por eso el Estado creó el fondo covid y otros recursos que han aumentado los ingresos autonómico­s.

Las prórrogas obligan a mantener el volumen de gastos, si bien se pueden traspasar de una partida a otra, sin que crezca el saldo final. También se pueden aumentar si en contrapart­ida existen ingresos adicionale­s en la misma proporción, explica Carnicer. Además de no poder realizar incremento­s netos de plantilla, el mayor efecto es la falta de inversión (no se pueden adquirir compromiso­s plurinalua­les ni generar deuda nueva sin reducirla en igual proporción). Eso da una imagen de Administra­ción sin capacidad de dinamizar la economía, limitada a recaudar y pagar gasto y devolver deuda. Como una gigantesca gestoría.

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María Fernández / ACN Mas-Colell traspasa a Junqueras la cartera económica en 2016.

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