Sousa arrasa en unas elecciones marcadas por el virus en Portugal
La abstención se sitúa por encima del 60%, cuando en el 2016 fue del 51,3% y en el 2011 llegó al 53,5%
El presidente de la República portuguesa, Marcelo Rebelo de Sousa, permanecerá en el cargo cinco años más. Al cierre de esta edición y con un 97% del voto escrutado, Rebelo de Sousa, contaba con un 61,8% de los votos, seguido de la exeurodiputada socialista Ana Gomes, que cosechaba un 12,2% y del candidato de extrema derecha, André Ventura, con un 11,9% de los sufragios.
Portugal ha resuelto con solvencia unos comicios que se presentaban muy complicados. El país se encuentra en el peor momento de la pandemia -este domingo se registró un nuevo récord de fallecidos, 275, y más de 11.000 nuevos contagios- pero aún así ningún candidato llegó a plantear firmemente un aplazamiento electoral. La celebración de una jornada sin apenas incidentes les dio la razón.
Una dináminca habitual
Pero no todo el éxito se debe únicamente a una buena organización. La participación fue especialmente baja en esta ocasión, alrededor de un 37%, y evitó grandes aglomeraciones en los colegios electorales. Vistos fuera del contexto epidemiológico, los datos son verdaderamente preocupantes. «Sería muy positivo para el país quebrar el ciclo de crecimiento de la abstención, sobre todo en pandemia», aseguró Rebelo de Sousa poco antes de conocerse los datos definitivos.
La abstención se está convirtiendo en una dinámica habitual en Portugal. En las legislativas de 2015, un 56% de los votantes acudieron a las urnas, y en las presidenciales de 2011 fue muy parecida a las de 2016: un 47%. Tanto en las últimas elecciones legislativas de 2019 como en las presidenciales de 2016 se quedó en un 48% .
La jornada transcurrió sin apenas incidentes. A primera hora hubo problemas en el municipio de Montalegre, donde varias personas bloquearon las entradas al colegio electoral a primera hora como símbolo de protesta contra la exploración de una mina de litio a cielo abierto en la localidad.
Reglas sanitarias
Ya por la tarde, cerca de 200 personas se concentraron delante de un colegio electoral para protestar contra el cierre definitivo de una carretera nacional. En otros colegios se registraron colas debido a la limitación de aforos en el interior. Algo dentro de lo esperable, según el portavoz de la Comisión Nacional de Elecciones, Joao Tiago Machado.
En la Escuela Básica Natália Correia, en el centro de la capital, los electores se agolparon desde primera hora de la mañana en una fila que daba la vuelta a la esquina. En la entrada, dos guardias de seguridad controlaban el aforo y echaban gel hidroalcohólico en las manos de los asistentes, mientras otros dos guardias se encargaban de vigilar las distancias de seguridad en la cola. Una vez dentro, una voluntaria indicaba a los electores a qué mesa debían dirigirse, todas ellas separadas por cuerdas y señales en el suelo. La sensación general de todos los votantes es que las medidas de seguridad se pudieron mantener con éxito.
La participación ha sido baja, alrededor de un 37%, y refuerza la tendencia de las anteriores elecciones
Rebelo de Sousa expresó, poco después de depositar su voto, su satisfacción por el respeto a las reglas sanitarias en todos los colegios electorales, incluidos los lugares donde hubo colas. Marisa Matias, una votante, destacó la «afluencia y la buena organización», mientras que Joao Ferreira aseguró que el evento se desarrolló con «seguridad y tranquilidad». Tanto André Ventura como Ana Gomes apelaron al voto poco después de depositar la papeleta.
Auge de la extrema derecha
Todos los sondeos lo pronosticaban. La extrema derecha se afianza como una fuerza importante en el país. El discurso xenófobo y antisistema de su candidato y líder del partido ultra Chega, André Ventura, ha conseguido calar en el electorado y cosechar cerca de un 12% de los sufragios. «Es un resultado histórico», aseguró Ventura, quien ha aspirado a lo largo de toda la campaña a lograr el segundo puesto, por delante de Ana Gomes.
La propia exeurodiputada socialista había alertado en los últimos meses del peligro que supone la irrupción de la extrema derecha. Representantes de su candidatura hablaban ayer de «una amenaza seria a la Constitución que obliga a los cuadros políticos a repensar el futuro». Las sensaciones dentro del equipo de Ana Gomes han sido positivas a pesar de que la candidata no ha contado con el apoyo oficial del Partido Socialista.
Por detrás de los tres principales candidatos quedan los representantes de los socios parlamentarios del Gobierno socialista: el comunista Joao Ferreira y la candidata del Bloco de Esquerda (BE), Marisa Matias. «No hemos conseguido los objetivos que esperábamos», aseguraron representantes de la candidatura de Matias, que obtuvo cerca de un 3% de los votos, los mismos que Ferreira. «Normalizar a los partidos de extrema derecha es un mal resultado para el país», explicaron miembros del BE. Por su parte, el candidato independiente Vitorino Silva y el liberal Tiago Mayan obtuvieron los peores resultados, aunque cerca de los dos candidatos de la izquierda.
La extrema derecha se afianza como una fuerza importante en el país con un 11,9% de los votos