El número dos del PP catalán, imputado por agresión sexual
Daniel Serrano, que ya ha declarado ante el juez y ha negado los hechos, concurre como número cuatro por Barcelona a las elecciones catalanas
El Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) está investigando desde finales del año pasado al secretario general del PP catalán y diputado en el Parlament en la recién acabada legislatura, Daniel Serrano, por un presunto delito de agresión sexual y dos de lesiones, a raíz de la denuncia presentada por una compañera del partido, en concreto, la secretaria de Mujeres en Igualdad y miembro de ejecutiva de la formación, M. R. Daniel Serrano va como número cuatro por Barcelona en las listas del PPC a las elecciones catalanas.
El dirigente conservador declinó hacer declaraciones a EL PERIODICO, pero, según un comunicado emitido a través del PP, asegura que «los hechos son falsos y responden a una extorsión en base a un chantaje que se hace público en plena campaña para erosionar mi imagen. Confío plenamente en la justicia».
Según la investigación, ambos mantuvieron una «relación sentimental sin compromiso de convivencia» con esporádicas relaciones sexuales a partir de la primavera del 2013. La denuncia fue presentada en noviembre del 2019 en un juzgado de violencia contra la mujer de Barcelona, aunque el caso se derivó a un juzgado de instrucción ordinario al estimarse que no existía una relación de pareja y, finalmente, por la condición de aforado de Serrano, fue a parar al TSJC. La víctima sostiene que su compañero de partido la sometió a «malos tratos físicos, verbales y psíquicos».
Serrano, según las fuentes judiciales consultadas, negó en su declaración judicial esa violencia y alegó que las relaciones sexuales que mantuvo con la mujer habían sido consentidas en todo momento.
La denunciante sostiene que en marzo del 2015 empezó una relación con Serrano, que era entonces candidato del PPC a la alcaldía de Cornellà de Llobregat, y ella, coordinadora de organización del partido. Al poco tiempo, según su versión, empezaron las actitudes violentas durante los actos sexuales. Así, en marzo del 2015, detalla la mujer, sufrió unas lesiones que le causaron hematomas en los brazos y en el pómulo. Después, ella le pidió explicaciones y Serrano le contestó que los moratones eran provocados por el casco de la moto.
En otro encuentro sexual, según relata la víctima, la actitud «tan violenta» del dirigente del PP le produjo fuertes dolores en la espalda. La mujer creyó en un primer momento que esos episodios violentos eran «excepcionales» por la relación personal y política que mantenían, ya que, en público, el político no tenía ese comportamiento agresivo que mostraba en privado, y «del que luego no se responsabilizaba».
Sin embargo, el 13 de noviembre del 2016, su opinión cambió radicalmente. En esa fecha y «sin consentimiento ni acuerdo previo», describe la denuncia, la «forzó de forma violenta manteniendo una relación no consentida de sexo violento y agresivo» en el domicilio de ella, lo que le produjo lesiones que tardaron semanas en sanar.
«Hematomas y erosiones»
«Me provocó hematomas y erosiones en ambas piernas», asegura M. R. en la demanda. Al día siguiente, subraya, le pidió explicaciones, pero no recibió contestación. En ese momento decidió romper la relación con Serrano. «Me di cuenta de que se trataba de un hombre maltratador y violento», concluye. La mujer acompañó como prueba unas fotos de las lesiones.
El 29 de mayo de 2017, la mujer, según explica en su denuncia, le volvió a pedir explicaciones sobre su comportamiento, pero él la acusó de querer chantajearlo y asegurando que las fotos eran «descargadas de internet».
La fiscalía apoyó abrir la investigación al considerar que los hechos «podrían ser constitutivos, al menos indiciariamente», de dos delitos de lesiones y otro de agresión sexual. El TSJC declaró su competencia en noviembre de 2020.
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