Mercadeo de vacunas
Óscar Iglesias MADRID
A finales de 2020 nos ponían la miel en los labios con la dichosa vacuna; que ya llegan, que tranquilos que ya veremos la luz al final del túnel. Pues hoy por hoy parece que esa luz apenas se ve, los ciudadanos somos rehenes de la avaricia de unas compañías farmacéuticas a las que les interesa más el beneficio económico que asumir la responsabilidad de salvar a la humanidad con sus antídotos contra esta terrible enfermedad. Inaceptable es el anuncio de AstraZeneca de reducir el número de vacunas para la Unión Europea. Las que ya fabrican las vacunas, Pfizer y Moderna, también reducen sus envíos. Desde luego miedo da que nuestra salvación dependa de estas compañías farmacéuticas, más centradas en su beneficio económico, en saciar su codicia que solucionar una pandemia mundial que está llevándose muchas vidas y hundiendo economías.
Si esto lo hacen con Europa, imaginen con los países en desarrollo. Y yo me pregunto, ¿por qué no trata de conseguir la Unión Europea la vacuna rusa? ¿No es fiable? También podría intentar explorar por ahí, digo yo desde mi ignorancia, por supuesto. Es inaceptable que jueguen con nuestra esperanza y nuestra vida, el mundo no puede permitir esta afrenta, tenemos derecho a vivir y a tener en el horizonte que algún bendito día podremos recuperar nuestra forma de vida de antaño.