El ‘efecto Brady’
LeBron contra Jordan, Pelé contra Maradona, Navratilova contra Selena... Elijan a los mayores astros del deporte que quieran, separados por una generación, pónganlos en equipos rivales, denles una final para medirse ante el mundo, agiten la coctelera y disfruten del partido.
Así se describe en EEUU el duelo que este domingo enfrentará a Tom Brady contra Patrick Mahomes en la Super Bowl de Tampa, el mejor quarterback de la historia frente al hombre con más números para sucederle; el final de una carrera inigualable contra el principio de otra no menos imponente.
ha dicho el comentarista Tony Romo, antiguo mariscal de los Dallas Cowboys.
Puede que haya algo de hipérbole en la cosa, pero son muchos los analistas deportivos que se han quedado estos días sin adjetivos para describir el choque de gigantes que aguarda en esta final entre los Tampa Bay Buccaneers de Brady y los Kansas City Chiefs de Mahomes. Los primeros solo han ganado un título, allá por 2003, poco antes de que los tanques empezaran a rodar sobre Irak, y casi nadie contaba con ellos esta vez. Ni siquiera cuando el pasador más laureado del fútbol americano anunciara en marzo que ponía rumbo a Florida tras dos décadas ganándolo todo en los Patriots de Nueva Inglaterra. Tenía 42 años y seis campeonatos, una edad perfecta para vender entradas, tomar el sol y acabar de hacer caja antes de su retirada definitiva.
Los Buccaneers de Tampa tienen el privilegio de jugar en casa ante los Chiefs de Kansas City, que parten como favoritos
Pero el efecto Brady funcionó y los Bucaneros, con una de las mejores defensas de la liga y el lanzallamas de su mariscal, destruyeron a todos sus rivales en los play-offs para acabar jugándose el trofeo Vince Lombardi este domingo en su estadio, algo que no había sucedido nunca.
Como tampoco hay precedentes de una final que enfrente a los quarterbacks de los equipos ganadores en las dos ediciones anteriores: los Patriots de Brady en 2019 y los Chiefs de Mahomes en 2020. Un Mahomes que acaricia su segundo título con solo 25 años, un umbral que nadie había atravesado a esa edad hasta ahora, y que podría dar a la escuadra de Kansas City su tercera Super Bowl.
Pocos deportistas en el país despiertan tanta admiración como este atleta que empezó con el baloncesto y el béisbol antes de tomarse en serio la pelota ovalada. ha dicho Bruce Arian, el entrenador de Tampa, su rival.
Mahomes no solo pasa a balón parado, también corre que se las pela sin perder la precisión en carrera, lo que ha convertido a los Jefes en uno de los equipos más demoledores en ataque.
«Dentro de 30, 40 o 50 años, la gente hablará de este partido», predice un antiguo ’quarterback’ de los Dallas Cowboys