Como hace 10 años
Es conocido en ciencia política y sociología electoral que a mayor nivel educativo y socioeconómico más participación electoral y al revés, hay una serie de personas que solo votan en determinadas elecciones si consideran que son muy importantes y otras que votan siempre. Pero en Catalunya tenemos una particularidad, y es que coincide también que ese nivel educativo y económico medio-alto que va más a votar es también donde el independentismo tiene más apoyos, pues hay mucho más voto independentista en el Eixample que en Nou Barris y en Girona que en Santa Coloma de Gramenet, y tenemos una correlación clara de porcentaje de voto y escaños independentistas directamente proporcional a la participación electoral.
En las elecciones autonómicas de 2012, a partir del inicio del ‘procés’, la participación fue subiendo hasta su tope en 2017 a la par que bajaban los escaños independentistas, y ahora, en 2021, se ha vuelto a niveles de participación de antes del ‘procés’ porque muchas personas que votaron en 2015 y 2017 para parar un proceso hacia la independencia unilateral ahora han descartado ese peligro, y se ha vuelto a resultados de los bloques parecidos al 2010: 76 diputados los partidos nacionalistas en 2010 y 74 en 2021 más el PDCat que no ha entrado por poco. Los bloques están definidos (y muy igualados) y la abstención diferencial marca el resultado final. El aumento de la abstención ha sido de 25,6 puntos en el global, pero en Mataró ha sido de 33 puntos y en Girona de 25 por poner dos ejemplos.