El polvo africano dispara la polución en toda Catalunya
La Generalitat declara un episodio por alta contaminación. La movilidad privada no está restringida, pero se recomienda no usar el coche.
El polvo sahariano y el anticiclón han generado una situación de insostenible polución en Catalunya, sobre todo en Barcelona y su área metropolitana. La escalada de partículas en suspensión (PM10) ha encendido las alarmas y el Govern decidió ayer a media mañana declarar un episodio por alta contaminación. La medida, sin embargo, solo se acompaña de recomendaciones y en ningún caso se restringe la movilidad.
La Generalitat, como ha sucedido en episodios anteriores, recomienda limitar la actividad deportiva al aire libre, sobre todo a aquellas personas con problemas respiratorios y cardiovasculares. Del mismo modo, se insta a usar el transporte público y limitar la circulación de vehículos y, en el caso de Barcelona, y tal y como informa el consistorio, se regará con agua freática las principales vías de la ciudad, se suprimen las máquinas que expulsan aire en el servicio de limpieza y jardinería y se prohíbe las actividades que generen polvo en las obras. El control de esta norma, sin embargo, y tal y como pudo comprobarse en episodios anteiores, brilla por su ausencia.
La declaración de episodio por contaminación no es frecuente en Catalunya. En 2019, por ejemplo, se activaron tres y en 2020 fueron dos. En años anteriores, se declaró uno o ninguno. En cuanto la meteorología barra el polvo africano se apagará la alarma. aunque lo más probable es que la inmensa mayoría de la población siga con su vida como si nada durante todo el proceso.
Cumbre sobre el clima
Mientras Catalunya nada en partículas en suspensión, unos 150 países han celebrado una cumbre virtual sobre medio ambiente. Se reunieron ayer y el lunes para trazar una estrategia contra la triple crisis ambiental que sufre la Tierra: la crisis climática, la crisis de polución y la crisis de la pérdida de biodiversidad. Durante la V Asamblea de la ONU para el Medioambiente (UNEA-5), y bajo el lema Fortalecer la acción por la naturaleza para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), se intentó pactar una agenda a medio plazo, hasta 2025, para luego rematar la faena en 2030, fecha fijada para el completo desarrollo de los ODS.
Ingrid Andersen, responsable del plan de Naciones Unidas en materia de medio ambiente, recordó ayer que el plan requerirá «contribuciones nacionales más grandes al Acuerdo de París (de 2015, para reducir emisiones de gases de efecto invernadero, que causan el calentamiento de la Tierra)». «Eso significa –prosiguió Andersen– un nuevo marco de gestión de productos químicos y un nuevo avance contra la polución del plástico».
Todos estos asuntos se abordarán con mayor profundidad en noviembre en el seno de la cumbre de la ONU sobre el clima que debe celebrarse en Glasgow bajo la presidencia del Reino Unido.
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