Tu arma es el voto

Si quieres luchar contra el sistema no salgas a la calle a quemar contenedores y romper escaparates. Prepárate, estudia, conciénciate y busca alternativas; manifiéstate pacíficamente aportando datos, motivos y razones, pero jamás emplees la violencia. Colabora con equipos de confianza y sé coherente. No exijas a los demás lo que tú eres incapaz de entregar. Sé solidario, analiza, no te dejes arrastrar por la demagogia de los que quieren romper la baraja para que solo ellos puedan jugar, detrás de todos estos desmanes está la mano de la ultraderecha que pretende pescar a río revuelto. Te están utilizando, utilizan tu frustración por la pandemia, por el confinamiento, para volcarte contra todo y contra todos y así justificar otra vuelta de tuerca y aumentar la represión. Al Estado no le importan tus heroicidades, los contenedores y el mobiliario urbano que calcinas. Los pagas tú y tu familia, y de paso enriqueces a los que los fabrican. Los escaparates que tú destrozas los paga el seguro, que luego los carga en las primas que pagamos todos.

Te están utilizando como un peón de negras. Cuando ya no te necesiten, te meterán en la caja del olvido o te encerrarán en una prisión por cualquiera de los delitos que has cometido. ¡No les sigas el juego! Tu arma es el voto, la participación y la concienciación política. Si continúas por ese camino acabarás durmiendo en un cajero de esos bancos que ahora destrozas e incendias; nada hay más espectacular que una estampida de búfalos, pero al final, todos acaban en las garras de los depredadores o en los mataderos del sistema. Tú eliges.