147.000 menores migrantes viven en España sin papeles
La oenegés Save the Children y Fundación Por Causa calculan que el 20% de los hijos de extranjeros llegados a España no se regularizan.
Las oenege Save the Children y Fundación Por Causa estiman que casi 147.000 niños que viven en España no tienen papeles para residir legalmente. Son un 20% de los niños de padres migrantes, y algunos de ellos sufren de esta discriminación legal a pesar de haber nacido en España. De éstos, un 37,7% tiene entre 0 y 4 años y un 19,4% entre 5 y 9 años. Las oenegés lamentan que estos menores no tengan los mismos derechos sociales ni educativos que el resto y advierten que es necesario regularizarlos para evitar una enorme brecha social.
En un informe presentado ayer, ambas oenegés ofrecieron una fotografía inédita de las magnitudes y características de la infancia migrante sin papeles en España. Según sus datos, en España hay 721.556 niños sin nacionalidad española, y de éstos 146.773 están en situación irregular. Es decir, que el 20,4% de niños de padres inmigrantes no tienen papeles. Es la primera vez que se obtienen estos datos, que los investigadores han calculado usando el padrón municipal y restando aquellos menores que sí están registrados con un documento de residencia o a través del estatuto del refugiado.
VIvir sin papeles lleva implícito carecer de derechos. Si bien los menores en situación irregular pueden acceder a la educación y a la salud pública, no siempre es así. Algunos municipios no permiten su inscripción en una guardería o pueden perder la tarjeta sanitaria. En otros, los derechos sanitarios están relacionados con el padrón y no con el permiso de residencia.
Sin ayudas económicas
La verdadera problemática está en el acceso a las ayudas sociales. Las familias que no tengan en regla el permiso de residencia no pueden acceder a la Renta Garantizada de Ciudadanía en Catalunya o el Ingreso Mínimo Vital en España. Tampoco pueden matricularse en las universidades o hacer las prácticas obligatorias estudiantiles porque no tienen permiso para trabajar legalmente.
Sorprende que muchos de estos menores son niños que han nacido en hospitales españoles. Esto ocurre porque en España la ciudadanía, la nacionalidad, se obtiene por derecho sanguíneo, el ius sanguinis. Los niños y las niñas que nacen aquí adquieren la nacionalidad de sus progenitores. Y si estos no tienen los papeles en regla, tampoco los pueden obtener los pequeños.
Los datos por edades confirman esta realidad. La tasa más alta de niños migrantes irregulares está entre los menores de cuatro años que llega al 30%. «Estos niños crecen pensando que no forman parte de esta sociedad en la que han nacido, lo que va completamente en contra de la inclusión de estos menores», señala Jennifer Zuppiroli, una de las autoras del estudio.